por Patricia Guerrero Medina
(Amplía con detalles)
Infosel, diciembre. 17.- Tras varios meses de incertidumbre en el panorama de Interjet, el futuro de la línea aérea que fundó la familia Alemán en 2005 parece estar definido. Ya no volará lo que resta del año y su complicada situación con autoridades, trabajadores, clientes, proveedores y con todo aquel que reclama dinero hacen pensar a muchos que ya llegó a su fin.
La aerolínea ya comunicó a los trabajadores que le quedan --y a los cuales les adeuda tres meses de salarios-- que tiene prevista la cancelación de todos sus vuelos programados entre el 18 y 31 de diciembre, la temporada de mayor demanda de servicios aéreos por las festividades decembrinas.
De acuerdo con registros de la aerolínea consultados por Infosel el motivo de las cancelaciones de los vuelos a destinos como Guadalajara, Monterrey, Cancún y Mérida responde a "necesidades operacionales" que no especificó en una consulta, pero que nacen de su nula liquidez para siquiera comprar turbosina.
Con ello, la aerolínea, ahora controlada desde noviembre --de manera formal-- por el empresario Alejandro del Valle acumulará 21 días sin operar, ya que sus vuelos fueron cancelados desde el 11 de diciembre debido a la falta de pago de turbosina para operar sus aeronaves.
A ello habría que sumarle otros fines de semana en los que tampoco pudo operar, como el fin de semana largo con motivo de Día de Muertos y entre el 28 de noviembre y el 2 de diciembre.
El panorama que atraviesa la aerolínea al día de hoy dista mucho de sus inicios, cuando era la preferida de los viajeros por sobre otras alternativas, como su contemporánea de ultra bajo costo Volaris (MX:VOLARA).
Un modelo de negocios que mezclaba elementos de las aerolíneas tradicionales --como equipaje documentado y snacks a bordo sin costo adicional-- con tarifas propias más de las llamadas low cost, la posicionaron rápidamente entre el gusto de los viajeros.
Para algunos, no obstante, esa misma apuesta de negocio, aunada a decisiones poco acertadas --como la adquisición de las aeronaves rusas Sukhoi SuperJet 100-- fue el origen de que, a 15 años de existencia, la operación de Interjet se tornara prácticamente inviable.
Los problemas de Interjet comenzaron a hacerse públicos desde el año pasado, --aunque vienen desde atrás-- con las cancelaciones de vuelos que llevó a cabo en las temporadas vacacionales de Semana Santa y verano. Sin embargo, fue este año en que su situación empeoró en parte por la crisis que la pandemia de covid-19 generó en la industria aérea.
Hace apenas unos días, sus trabajadores sindicalizados de la Sección 15 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) hicieron un llamado al gobierno de México para requisar la empresa, tras una nueva promesa incumplida por parte de la administración para cubrir adeudos de salarios y prestaciones, los cuales suman ya más de tres meses.
"Dejar en manos de los accionistas actuales a Interjet claramente atenta contra la seguridad nacional, la economía y el interés público", dijo en un comunicado la organización gremial en aquella ocasión. "Si se requisa, con una administración responsable, se puede recuperar el dinero adeudado y generar más dinero en impuestos cada año".
Para los trabajadores, el empresario del Valle, que ingresó al capital social de la aerolínea mediante una promesa de capitalización por 150 millones de dólares que hasta hoy no ha sido concretada, carece de un proyecto para la empresa, ni cuenta con la capacidad financiera y administrativa para darle continuidad al negocio.
A ello se suma las deudas que la empresa, hasta hace no mucho en manos de los empresarios Miguel Alemán Velasco y su hijo, Miguel Alemán Magnani, mantienen con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), por alrededor de tres mil millones de pesos (152 millones de dólares al tipo de cambio de hoy); sin contar los adeudos por turbosina, a proveedores, entre otros.
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Infosel, diciembre. 17.- Tras varios meses de incertidumbre en el panorama de Interjet, el futuro de la línea aérea que fundó la familia Alemán en 2005 parece estar definido. Ya no volará lo que resta del año y su complicada situación con autoridades, trabajadores, clientes, proveedores y con todo aquel que reclama dinero hacen pensar a muchos que ya llegó a su fin.
La aerolínea ya comunicó a los trabajadores que le quedan --y a los cuales les adeuda tres meses de salarios-- que tiene prevista la cancelación de todos sus vuelos programados entre el 18 y 31 de diciembre, la temporada de mayor demanda de servicios aéreos por las festividades decembrinas.
De acuerdo con registros de la aerolínea consultados por Infosel el motivo de las cancelaciones de los vuelos a destinos como Guadalajara, Monterrey, Cancún y Mérida responde a "necesidades operacionales" que no especificó en una consulta, pero que nacen de su nula liquidez para siquiera comprar turbosina.
Con ello, la aerolínea, ahora controlada desde noviembre --de manera formal-- por el empresario Alejandro del Valle acumulará 21 días sin operar, ya que sus vuelos fueron cancelados desde el 11 de diciembre debido a la falta de pago de turbosina para operar sus aeronaves.
A ello habría que sumarle otros fines de semana en los que tampoco pudo operar, como el fin de semana largo con motivo de Día de Muertos y entre el 28 de noviembre y el 2 de diciembre.
El panorama que atraviesa la aerolínea al día de hoy dista mucho de sus inicios, cuando era la preferida de los viajeros por sobre otras alternativas, como su contemporánea de ultra bajo costo Volaris (MX:VOLARA).
Un modelo de negocios que mezclaba elementos de las aerolíneas tradicionales --como equipaje documentado y snacks a bordo sin costo adicional-- con tarifas propias más de las llamadas low cost, la posicionaron rápidamente entre el gusto de los viajeros.
Para algunos, no obstante, esa misma apuesta de negocio, aunada a decisiones poco acertadas --como la adquisición de las aeronaves rusas Sukhoi SuperJet 100-- fue el origen de que, a 15 años de existencia, la operación de Interjet se tornara prácticamente inviable.
Los problemas de Interjet comenzaron a hacerse públicos desde el año pasado, --aunque vienen desde atrás-- con las cancelaciones de vuelos que llevó a cabo en las temporadas vacacionales de Semana Santa y verano. Sin embargo, fue este año en que su situación empeoró en parte por la crisis que la pandemia de covid-19 generó en la industria aérea.
Hace apenas unos días, sus trabajadores sindicalizados de la Sección 15 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) hicieron un llamado al gobierno de México para requisar la empresa, tras una nueva promesa incumplida por parte de la administración para cubrir adeudos de salarios y prestaciones, los cuales suman ya más de tres meses.
"Dejar en manos de los accionistas actuales a Interjet claramente atenta contra la seguridad nacional, la economía y el interés público", dijo en un comunicado la organización gremial en aquella ocasión. "Si se requisa, con una administración responsable, se puede recuperar el dinero adeudado y generar más dinero en impuestos cada año".
Para los trabajadores, el empresario del Valle, que ingresó al capital social de la aerolínea mediante una promesa de capitalización por 150 millones de dólares que hasta hoy no ha sido concretada, carece de un proyecto para la empresa, ni cuenta con la capacidad financiera y administrativa para darle continuidad al negocio.
A ello se suma las deudas que la empresa, hasta hace no mucho en manos de los empresarios Miguel Alemán Velasco y su hijo, Miguel Alemán Magnani, mantienen con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), por alrededor de tres mil millones de pesos (152 millones de dólares al tipo de cambio de hoy); sin contar los adeudos por turbosina, a proveedores, entre otros.