MADRID, 26 may (Reuters) - El consejo de administración de la constructora Isolux aprobó el viernes un plan de viabilidad que incluirá una revisión de las cuentas de 2016 y la separación de las actividades en tres compañías en función de sus riesgos y proyecciones.
Por un lado, una primera empresa -"Goodco" -reunirá los proyectos en curso y en cartera que tienen o generarán caja positiva con 204 proyectos en 13 países y una cifra de negocios de más de 500 millones de euros en 2017 y una cartera de pedidos de 1.000 millones de euros. Esta sociedad permitirá conservar algo más de 1.000 empleos.
Con una deuda que supera los 2.000 millones de euros, Isolux emplea en la actualidad a 5.236 personas con presencia en 35 países pero se verá obligada a adelgazar sustancialmente para evitar la quiebra.
En el marco del proceso, una segunda compañía integrará las obras cuyas necesidades de financiación adicional son inferiores al riesgo contenido en garantías y avales.
En la tercera, una especie de "banco malo", se alojarán el resto de actividades, incluidos los activos que están ya en proceso de desinversión para garantizar la viabilidad del grupo. El plan de enajenación, fundamentalmente centrado en activos concesionales, "sigue su curso".
La operación más relevante es la venta de las líneas de transmisión en operación o construidas en Brasil sobre la que ha mostrado interés la local Taesa, que también estudia desinversiones similares de Abengoa (MC:ABGek) en el país.
El plan de reestructuración, elaborado de la mano del experto en reestructuraciones Álvarez & Marsal, se produce después de que el grupo retrasase la presentación de sus cuentas de 2016 y solicitase preconcurso de acreedores ante la falta de acuerdo de los bancos para inyectar liquidez.
El grupo, controlado por los bonistas y los bancos acreedores, explicó el viernes en un comunicado que el plan de viabilidad busca mantener el mayor número de puestos de trabajo y limitar los riesgos para facilitar la continuidad de la empresa con los proyectos rentables.
La solicitud de preconcurso a finales de marzo otorgaba al grupo cuatro meses para pactar con los acreedores o presentar definitivamente concurso.
Los bancos, entre ellos Caixa CABK.MC , Bankia BKIA.MC y Santander SAN.MC , no quisieron entonces aportar más liquidez tras haber cerrado una reestructuración en la que las entidades de crédito y los bonistas tomaron el 95 por ciento del capital de la empresa.