Por Scott Kanowsky
Investing.com -- UBS Group AG (SIX:UBSG) necesitará entre tres y cuatro años para integrar plenamente a Credit Suisse Group AG (SIX:CSGN) en sus operaciones, dijo el presidente Colm Kelleher a los accionistas en una asamblea general anual celebrada el miércoles.
En un comunicado, Kelleher señaló que el calendario para la integración completa excluye la liquidación de la cartera no esencial de la unidad de banca de inversión de Credit Suisse. La unión generará una reducción anual de costos de más de 8,000 millones de dólares hasta 2027, añadió Kelleher.
Los comentarios se producen después de que el mes pasado una retirada masiva de depósitos pusiera a Credit Suisse al borde de la quiebra. El Gobierno suizo intervino para negociar apresuradamente un matrimonio entre Credit Suisse y su mayor rival, UBS, en un intento de evitar el colapso del sistema bancario del país.
Kelleher respaldó la transacción de 3,250 millones de dólares, argumentando que era necesaria una actuación rápida para preservar la estabilidad del sector financiero. Explicó que este sentido de la urgencia llevó a las autoridades suizas a obviar la aprobación de los accionistas que suele exigirse para una operación de esta magnitud, un hecho que calificó de "desafortunado".
"Entiendo que no todas las partes interesadas de UBS y Credit Suisse estén satisfechas con este enfoque. Sin embargo, todas las partes y en particular las autoridades suizas consideran que esta solución es la mejor de todas las opciones disponibles", dijo Kelleher.
El acuerdo ha indignado a los inversionistas, y a muchos en Suiza. La última Junta General de Accionistas de Credit Suisse, celebrada a principios de esta semana, estuvo marcada por las protestas por la implosión de la entidad, de 167 años de antigüedad, y su presidente, Axel Lehmann, dijo que "lamentaba de veras" su fracaso.
En su intervención en el evento de UBS en Basilea, Kelleher, de 65 años, prometió aprovechar la fortaleza de la entidad combinada, pero señaló que la integración de Credit Suisse sigue entrañando "importantes riesgos de ejecución". Una vez completamente integrado, el nuevo negocio supervisará más de 5 billones de dólares en activos, lo que lo convertiría en el cuarto mayor banco del mundo.
Un primer obstáculo puede venir del propio Gobierno suizo. Los parlamentarios se reunirán para debatir las perspectivas del grupo combinado después de Semana Santa. Algunos legisladores ya han sugerido que, por motivos de competencia, la unidad de banca de consumo de Credit Suisse podría separarse y cotizar como empresa independiente.
Una encuesta de la empresa de investigación política gfs.bern, citada por Reuters, reveló que la mayoría de los votantes suizos no apoyan la fusión por preocupaciones similares.