Por Ricardo Brito
BRASILIA, 7 ago (Reuters) - Un juez de Brasil suspendió temporalmente un juicio criminal contra 22 individuos y cuatro empresas acusadas de matar a 19 personas en el desastre minero de Samarco en el 2015, ante las dudas sobre la legalidad de unas interceptaciones telefónicas entre ejecutivos involucrados y otra clase de evidencia.
Vale SA (SA:VALE3) VALE5.SA y BHP Billiton (LON:BLT) BHP.AX , controladoras del yacimiento de mineral de hierro Samarco, están entre las acusadas de crímenes tras la ruptura de un dique que dejó escapar un torrente de desperdicios, en lo que se considera el peor desastre medioambiental en la historia de Brasil.
Un juez de Minas Gerais deberá considerar si desechar o no el caso ante los argumentos de dos ejecutivos de Samarco respecto a que los datos telefónicos, mensajes instantáneos y correos electrónicos presentados como evidencia fueron recolectados fuera del periodo de tiempo establecido legalmente, según una orden legal con fecha del 4 de julio a la que Reuters tuvo acceso.
El proceso criminal se realiza por separado a las negociaciones sobre un acuerdo judicial por 47.000 millones de dólares que aún debe resolverse como parte de los procedimientos civiles.
El juez Jacques de Queiroz Ferreira dijo en la orden que los argumentos de los acusados, el expresidente de Samarco Ricardo Vescovi y el exdirector de operaciones e infraestructura de la empresa Kleber Luiz de Mendonça Terra, ponían de relieve graves cuestionamientos y podrían llevar descartar la totalidad del caso.
El magistrado aceptó un pedido de fiscales federales para que las compañías telefónicas aclaren si las interceptaciones ocurrieron dentro de los parámetros legales.
Tras recibir la información solicitada, los fiscales tendrán diez días para actuar y posteriormente la defensa tendrá un periodo equivalente para responder, antes de que el juez emita un fallo.
La catástrofe de Samarco en 2015 provocó un alud de aguas residuales que cayó al río Doce, uno de los más importantes de Brasil, matando peces y contaminando las fuentes de agua por cientos de kilómetros antes de llegar al Océano Atlántico. (Reporte de Ricardo Brito; escrito por Jake Spring. Editado en español por Marion Giraldo)