por Fernanda Celis
Infosel, diciembre. 10.- Desde que la pandemia de covid-19 comenzó a recluir a millones de mexicanos en sus casas a mediados de marzo, la industria juguetera y de entretenimiento casero experimentó un imprevisto boom, al menos por comercio electrónico, gracias a quienes buscaban maneras de hacer más llevadero el encierro. Todo iba bien, no obstante, con las fábricas cerradas la existencia de juegos comenzó a escasear y cualquier tendencia para el resto del año fue difícil de pronosticar.
Con la cadena de suministro trasquilada, las ventas físicas imposibilitadas por los cierres y familias racionando sus recursos en las primeras semanas de la pandemia, una de las fechas más importantes del año para la industria, el Día del Niño, ya fue más parecida que al resto de las industrias, con ventas muy por debajo de años anteriores.
Con ese precedente, ocho meses después la temporada decembrina se convirtió en la última oportunidad de una buena noticia para muchos fabricantes y comerciantes que esperan concluir el año en un escenario menos catastrófico.
"Todas las empresas tenemos puesta nuestra esperanza e ilusión en las ventas de fin de año, que determinarán la parte económica y financiera y a su vez determinará qué empresas podrán seguir adelante", dijo Miguel Ángel Martín, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju), en entrevista con Infosel.
"Esperemos que la respuesta del público consumidor vaya acorde con las necesidades de la temporada, primero de cuidar su salud y segundo, de buscar ese producto para Navidad".
Las celebraciones de fin de año, que se enmarcan en el famoso "maratón Guadalupe-Reyes" --del 12 de diciembre al 6 de enero--, podrían llevar a que las ventas de la industria juguetera desciendan 15% y no el 30% estimado inicialmente para esta temporada, de acuerdo con Amiju.
Claro que, para cumplir estas estimaciones, mucho dependerá que los gobiernos estatales o el federal no decidan endurecer las medidas de aislamiento social de nueva cuenta, ante una escalada en el número de contagios presentada en las últimas semanas, y que para muchos pinta peor que la registrada en los primeros meses de la pandemia.
Para los jugueteros, la vuelta a un escenario de mayores restricciones podría enfrentarlos a lo vivido meses atrás. Tan solo en marzo e inicios de abril registró un impacto productivo por 400 millones de dólares por el paro de actividades, que trajo consecuencias también para aquellos proveedores materiales como cartón, colorantes, componentes electrónicos y otros que forman parte de la cadena productiva.
Dicho impacto seguirá reflejándose en las ventas de la industria juguetera, sin embargo, el sector ya logró retomar la fabricación y surtido de producto para asegurar que los Reyes Magos puedan abastecerse.
Hasta el momento, la industria ha logrado surtir alrededor de 85% y 90% los anaqueles del país y espera aumentar esa cantidad.
Ejemplo de ese esfuerzo es el de Lego Group, un fabricante de juguetes armables de plástico, que aseguró a Infosel que su planta en Monterrey funciona a plena capacidad, luego de cerrar en marzo durante ocho semanas.
"Siempre hay imponderables, con todo esto de la pandemia hay incertidumbre en cuanto a todo lo que es distribución y apertura de centros comerciales, de tal manera que hay cierto temor de llegar a tiempo, pero la mayoría [de la mercancía] ya está en los canales" de venta, añadió Miguel Ángel Martín.
Si bien el comercio electrónico ha ayudado a la industria en gran magnitud, --tanto que de entre 5% a 6% que representaba este canal del total de ventas anuales, ahora abarcará hasta 18% al finalizar el año--, la comercialización de mercancía a través de tiendas físicas sigue siendo más relevante tanto para los jugueteros como para cualquier otro sector.
Muestra de ello fue la décima edición del programa de ofertas de El Buen Fin, cuyas ventas sumaron 238 mil 900 millones de pesos (12 mil millones de dólares), en las que el canal electrónico abarcó 15% del total, un crecimiento inesperadamente alto que no deja de ser pequeño comparado con las ventas totales.
Las ventas en tiendas físicas son tan relevantes que, durante la temporada de fiestas decembrinas, la afluencia en centros comerciales podría incrementar en el país, a pesar de los rebrotes de contagios.
Para las semanas 51 y 52 de este año, el tránsito de personas incrementaría 27% más frente a lo registrado en noviembre, de acuerdo con un reporte de Getin, una empresa dedicada al análisis de afluencia en espacios comerciales.
Infosel, diciembre. 10.- Desde que la pandemia de covid-19 comenzó a recluir a millones de mexicanos en sus casas a mediados de marzo, la industria juguetera y de entretenimiento casero experimentó un imprevisto boom, al menos por comercio electrónico, gracias a quienes buscaban maneras de hacer más llevadero el encierro. Todo iba bien, no obstante, con las fábricas cerradas la existencia de juegos comenzó a escasear y cualquier tendencia para el resto del año fue difícil de pronosticar.
Con la cadena de suministro trasquilada, las ventas físicas imposibilitadas por los cierres y familias racionando sus recursos en las primeras semanas de la pandemia, una de las fechas más importantes del año para la industria, el Día del Niño, ya fue más parecida que al resto de las industrias, con ventas muy por debajo de años anteriores.
Con ese precedente, ocho meses después la temporada decembrina se convirtió en la última oportunidad de una buena noticia para muchos fabricantes y comerciantes que esperan concluir el año en un escenario menos catastrófico.
"Todas las empresas tenemos puesta nuestra esperanza e ilusión en las ventas de fin de año, que determinarán la parte económica y financiera y a su vez determinará qué empresas podrán seguir adelante", dijo Miguel Ángel Martín, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju), en entrevista con Infosel.
"Esperemos que la respuesta del público consumidor vaya acorde con las necesidades de la temporada, primero de cuidar su salud y segundo, de buscar ese producto para Navidad".
Las celebraciones de fin de año, que se enmarcan en el famoso "maratón Guadalupe-Reyes" --del 12 de diciembre al 6 de enero--, podrían llevar a que las ventas de la industria juguetera desciendan 15% y no el 30% estimado inicialmente para esta temporada, de acuerdo con Amiju.
Claro que, para cumplir estas estimaciones, mucho dependerá que los gobiernos estatales o el federal no decidan endurecer las medidas de aislamiento social de nueva cuenta, ante una escalada en el número de contagios presentada en las últimas semanas, y que para muchos pinta peor que la registrada en los primeros meses de la pandemia.
Para los jugueteros, la vuelta a un escenario de mayores restricciones podría enfrentarlos a lo vivido meses atrás. Tan solo en marzo e inicios de abril registró un impacto productivo por 400 millones de dólares por el paro de actividades, que trajo consecuencias también para aquellos proveedores materiales como cartón, colorantes, componentes electrónicos y otros que forman parte de la cadena productiva.
Dicho impacto seguirá reflejándose en las ventas de la industria juguetera, sin embargo, el sector ya logró retomar la fabricación y surtido de producto para asegurar que los Reyes Magos puedan abastecerse.
Hasta el momento, la industria ha logrado surtir alrededor de 85% y 90% los anaqueles del país y espera aumentar esa cantidad.
Ejemplo de ese esfuerzo es el de Lego Group, un fabricante de juguetes armables de plástico, que aseguró a Infosel que su planta en Monterrey funciona a plena capacidad, luego de cerrar en marzo durante ocho semanas.
"Siempre hay imponderables, con todo esto de la pandemia hay incertidumbre en cuanto a todo lo que es distribución y apertura de centros comerciales, de tal manera que hay cierto temor de llegar a tiempo, pero la mayoría [de la mercancía] ya está en los canales" de venta, añadió Miguel Ángel Martín.
Si bien el comercio electrónico ha ayudado a la industria en gran magnitud, --tanto que de entre 5% a 6% que representaba este canal del total de ventas anuales, ahora abarcará hasta 18% al finalizar el año--, la comercialización de mercancía a través de tiendas físicas sigue siendo más relevante tanto para los jugueteros como para cualquier otro sector.
Muestra de ello fue la décima edición del programa de ofertas de El Buen Fin, cuyas ventas sumaron 238 mil 900 millones de pesos (12 mil millones de dólares), en las que el canal electrónico abarcó 15% del total, un crecimiento inesperadamente alto que no deja de ser pequeño comparado con las ventas totales.
Las ventas en tiendas físicas son tan relevantes que, durante la temporada de fiestas decembrinas, la afluencia en centros comerciales podría incrementar en el país, a pesar de los rebrotes de contagios.
Para las semanas 51 y 52 de este año, el tránsito de personas incrementaría 27% más frente a lo registrado en noviembre, de acuerdo con un reporte de Getin, una empresa dedicada al análisis de afluencia en espacios comerciales.