Los buques portacontenedores se amontonan frente a las costas de Estados Unidos mientras una importante huelga de estibadores, la más importante en casi 50 años, continúa en su tercer día, causando interrupciones que podrían provocar escasez de productos. La Asociación Internacional de Estibadores (ILA), que representa a 45.000 trabajadores portuarios, inició la huelga el martes tras el fracaso de las negociaciones contractuales con la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX), un grupo patronal.
Al no estar previstas negociaciones inmediatas, el punto muerto ha provocado que al menos 45 portacontenedores estuvieran fondeados fuera de los puertos de la Costa Este y la Costa del Golfo hasta el miércoles, lo que supone un fuerte aumento respecto a los apenas tres que había antes del inicio de la huelga el domingo. Esta información procede de Everstream Analytics, que también predice que la acumulación de buques podría duplicarse a finales de semana y que la congestión podría tardar en resolverse.
La huelga del ILA, que afecta a 36 puertos, entre ellos Nueva York, Baltimore y Houston, es una respuesta a lo que el sindicato considera una oferta salarial inadecuada por parte de USMX, que proponía un aumento salarial del 50%. El sindicato también se opone a la automatización de los puertos, que considera una amenaza para el empleo. La USMX ha expresado su voluntad de volver a la mesa de negociación sin condiciones previas y negociar de buena fe.
La Administración Biden, que se ha puesto del lado del sindicato, ha presionado a la patronal portuaria para que mejore su oferta, sobre todo a la luz de los importantes beneficios obtenidos por la industria naviera desde la pandemia del COVID-19. Aunque los economistas de Morgan Stanley (NYSE:MS) sugieren que es posible que el cierre de los puertos no repercuta de inmediato en los precios al consumo debido a la aceleración previa de los envíos, advierten de que una huelga prolongada podría afectar a los precios, y es probable que los alimentos sean los primeros en sufrir subidas.
La Federación Nacional de Minoristas, junto con otras asociaciones comerciales, ha instado a la administración Biden a intervenir y detener la huelga, citando posibles consecuencias económicas graves. Sin embargo, la administración ha declarado que no utilizará los poderes federales para detener la huelga.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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