La Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA) de Nueva York busca activamente reducir sus proyectos de capital y manifiesta su preocupación por las subvenciones federales tras la decisión de la Gobernadora Kathy Hochul de paralizar indefinidamente la iniciativa de tarificación de la congestión en Manhattan. El presidente y consejero delegado de la MTA, Janno Lieber, anunció el lunes que la agencia está llevando a cabo una revisión exhaustiva para reducir su programa de capital a la luz de la suspensión de los peajes previstos para los conductores que accedan al distrito central de negocios de Manhattan, cuyo inicio estaba previsto para el 30 de junio.
Lieber hizo hincapié en la importancia de mantener los niveles de servicio y tiene la intención de evitar cualquier reducción del servicio. "Vamos a luchar como locos para asegurarnos de que no tenemos que reducir el servicio", declaró durante una rueda de prensa. La MTA está reevaluando su programa de inversiones para asegurarse de que no se adjudican contratos sin financiación garantizada.
El programa de tarificación de la congestión, que habría sido el primero de Estados Unidos, proponía un peaje de 15 dólares en horario diurno para los vehículos que circulasen al sur de la calle 60 de Manhattan. La iniciativa pretendía reducir el tráfico en un 17%, mejorar la calidad del aire e impulsar el uso del transporte público entre un 1% y un 2%. También se esperaba que generara unos ingresos anuales de entre 1.000 y 1.500 millones de dólares y que permitiera financiar con 15.000 millones de dólares la mejora del sistema de transporte público.
La Gobernadora Hochul, dirigiéndose a los periodistas el lunes, aseguró su compromiso de encontrar fuentes de financiación alternativas para los proyectos de la MTA. Se refirió a las altas tasas de inflación actuales y su preocupación por disuadir a los viajeros y turistas de visitar debido a los cargos adicionales como razones para la pausa.
El plan de tarificación de la congestión fue aprobado originalmente por los legisladores estatales en 2019 para financiar mejoras en el transporte masivo y gestionar el intenso tráfico en la ciudad de Nueva York, considerada la más congestionada de Estados Unidos. La implementación se proyectó inicialmente para 2021, pero no hubo acción por parte del gobierno federal bajo la administración Trump.
Reuters contribuyó a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.