Investing.com -- Los mercados de renta variable de EE.UU. se preparan para un año de pruebas a medida que empiecen a aflorar las vulnerabilidades del mercado, según el consejero delegado de deVere Group, una importante organización independiente de asesoramiento financiero y gestión de activos. Nigel Green, el Consejero Delegado, ha advertido de que el notable repunte registrado en los dos últimos años, que se sitúa en el percentil 93 del último siglo, ha dejado a los mercados de renta variable más propensos a las correcciones.
La estabilidad de los mercados de renta variable dependerá en gran medida del crecimiento de los beneficios, pero hay claros indicios de posibles turbulencias a corto plazo. Green ha expresado su preocupación por la complacencia de los inversores en relación con la inflación y los tipos de interés, pronosticando que los tipos de interés estadounidenses podrían subir por encima del 5%, un nivel que el mercado no ha tenido debidamente en cuenta.
Green afirmó además que las hipótesis del mercado sobre la inflación y los tipos son peligrosamente optimistas. Las persistentes presiones inflacionistas, espoleadas por las limitaciones de la oferta y el crecimiento salarial, aumentan la probabilidad de nuevas subidas de tipos. En consecuencia, se espera que aumente el rendimiento de los bonos, y es probable que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años supere la marca del 5%.
Estas tendencias tienen implicaciones significativas. El aumento de los rendimientos de los bonos compite con la renta variable, ejerciendo presión sobre las valoraciones de las acciones, especialmente en sectores que han prosperado en entornos de tipos bajos. Los elevados rendimientos también indican una posible debilidad del crecimiento económico, ya que el aumento de los costes de los préstamos afecta a la rentabilidad de las empresas y al gasto de los consumidores.
Green subrayó que los inversores deberían prepararse para la doble amenaza de unos tipos más altos y un crecimiento más lento. Señaló que el sólido crecimiento de los beneficios observado en los dos últimos años ha sido uno de los principales motores del comportamiento del mercado. Sin embargo, la sostenibilidad de esta tendencia es ahora cuestionable. A medida que los bancos centrales mantienen su postura agresiva para luchar contra la inflación, aumenta el riesgo de desaceleración económica.
Green advirtió de que cualquier decepción en los datos económicos o en los beneficios podría desencadenar correcciones del mercado. Instó a los inversores a adoptar una actitud prudente y a prepararse para una mayor volatilidad. Subrayó que, aunque las perspectivas a largo plazo para la renta variable siguen siendo positivas, gracias a la innovación tecnológica y a los cambios estructurales de la economía mundial, el camino a seguir no estará exento de turbulencias. El mercado necesita asimilar las extraordinarias ganancias de los últimos años, y este periodo de ajuste podría presentarse como una corrección.
Green concluyó aconsejando a los inversores que sean proactivos a la hora de ajustar sus estrategias para adaptarse al cambiante panorama macroeconómico. Advirtió que esperar a que llegue la tormenta podría salir caro. Aunque se prevé que los mercados de renta variable progresen a lo largo del año, impulsados por el crecimiento de los beneficios, el viaje estará plagado de riesgos. El aumento de los rendimientos de los bonos y las posibles decepciones en los datos económicos o los beneficios plantean amenazas significativas que podrían interrumpir el repunte. Instó a los inversores a prepararse para la volatilidad, gestionar el riesgo con diligencia y seguir centrados en las oportunidades a largo plazo.
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