Las acciones de BMW subieron el miércoles tras un informe de Citi Research que sugería que la reciente venta había sido exagerada.
A las 8:47 horas (1247 GMT), BMW cotizaba un 2,2% al alza, a 74,490 euros.
Los analistas de Citi, que anteriormente habían sido bajistas con el valor, mejoraron la calificación de BMW a "neutral" desde "vender", citando la baja valoración actual de la empresa y una recalibración del riesgo.
Las acciones del fabricante de automóviles se habían visto duramente afectadas tras el sorpresivo aviso de beneficios de septiembre, que conmocionó al mercado.
BMW revisó a la baja sus perspectivas financieras, advirtiendo de una menor demanda, sobre todo en China, y del debilitamiento de las condiciones en Europa.
Esto provocó una fuerte caída de las acciones, llevando a BMW y al sector automovilístico en general a mínimos de 5 años.
Sin embargo, Citi cree ahora que estas preocupaciones, aunque válidas, se han descontado totalmente en el valor, lo que hace que su deprimida valoración esté menos justificada.
Un factor clave del cambio de postura de Citi es la actual capitalización bursátil de BMW, que ahora cotiza cerca de los activos financieros netos (efectivo) de la empresa. La acción, con un precio de 72,92 euros a 17 de septiembre de 2024, casi ha alcanzado el precio objetivo de 74 euros que Citi ha mantenido durante todo este periodo.
Aunque el fabricante de automóviles sigue enfrentándose a múltiples vientos en contra, como el debilitamiento de los márgenes y los retos en China, los analistas de Citi sostienen que la valoración de la empresa ha caído a un nivel en el que el riesgo de que siga bajando es limitado.
La advertencia de beneficios de septiembre llamó la atención sobre las previsiones de BMW para su margen EBIT del sector automovilístico en el ejercicio fiscal de 24 meses, que ahora se sitúa en el 6,5%. Esta cifra está por debajo del margen medio de 10 años de BMW del 7,9% y lejos del margen máximo del 12,4% registrado en 2021.
Los días de precios extraordinarios de la era de la pandemia, en la que los precios medios de venta (ASP) se dispararon más de un 30%, se están desvaneciendo a medida que las condiciones del mercado se normalizan. Este poder de fijación de precios ayudó a BMW a ganar más de la cuenta en los últimos años, pero ahora, con el debilitamiento de la demanda, los márgenes están bajo presión. A pesar de estas presiones, los analistas de Citi consideran que el actual margen del 6,5% es sostenible a corto plazo, y no una señal de profundas condiciones recesivas.
China sigue siendo un mercado crucial para BMW, y también una de las mayores vulnerabilidades de la empresa. La intensa competencia de los fabricantes de automóviles locales y la menor demanda de vehículos de lujo han erosionado la cuota de mercado de BMW y presionado aún más sus márgenes EBIT.
Las tensiones geopolíticas y la incertidumbre económica en China agravan estos problemas, aumentando la preocupación sobre la rentabilidad futura. Además, los próximos aranceles de la UE en noviembre de 2024 podrían crear más obstáculos para BMW en lo que ya es un entorno difícil.
Mientras tanto, en Europa, la demanda parece ralentizarse. La demanda reprimida que sostuvo las ventas a lo largo de 2023 y la primera mitad de 2024 está disminuyendo, mientras que las normas más estrictas sobre emisiones de CO2 que entrarán en vigor en 2024 impondrán nuevos costes de cumplimiento.
Estos factores, combinados con la persistente incertidumbre en torno a la rentabilidad de los vehículos eléctricos de batería, han suscitado preocupaciones sobre la rentabilidad a largo plazo de BMW y otros fabricantes de automóviles europeos.
En respuesta a estos retos, Citi ha recortado sus estimaciones de beneficios y dividendos para BMW. Se prevé que el beneficio diluido por acción (BPA) del fabricante de automóviles caiga a 13,39 euros en 2024 desde los 17,68 euros de 2023.
Del mismo modo, se espera que los pagos de dividendos se reduzcan, aunque siguen siendo atractivos con una rentabilidad prevista del 6,3% para 2024, frente al 8,2% del año anterior.
A pesar de estos recortes, la valoración actual de BMW sugiere que gran parte de esta caída ya se ha tenido en cuenta en el precio de la acción, según Citi.
Una de las razones de la mejora de Citi es la relación precio/beneficios (PER) relativamente baja con la que BMW cotiza actualmente, unas seis veces los beneficios futuros.
La capitalización bursátil de la empresa ha caído a un nivel casi equivalente al valor neto de sus activos financieros, incluso excluyendo su importante participación en su división de servicios financieros.
Aunque los retos persisten, las perspectivas de Citi sugieren que lo peor puede haber pasado ya para BMW. Los analistas reafirman su precio objetivo de 74 euros, lo que implica una modesta subida desde los niveles actuales. Aún así, persisten los riesgos.
Una mayor competencia de precios, sobre todo en China, podría erosionar aún más los márgenes, mientras que la demanda occidental podría seguir debilitándose.
Citi también advierte de la posible dilución de los márgenes por el aumento de las ventas de BEV, que siguen siendo menos rentables que los vehículos tradicionales con motor de combustión interna.
Como reflejo de estos riesgos, Citi ha reducido su valoración de las acciones de BMW de 110 a 100 euros por acción.
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