El viernes, las acciones de StoneCo (NASDAQ:STNE), empresa brasileña de tecnología financiera, cayeron tras revelarse que ha recibido múltiples ofertas no vinculantes por su unidad de software Linx que están por debajo del precio de compra a partir de 2020. La caída también coincidió con una debilidad más amplia del mercado bursátil brasileño.
La adquisición de Linx por parte de StoneCo en 2020 está ahora bajo escrutinio mientras la empresa estudia ofertas por la unidad. A pesar de que 20 licitadores potenciales han firmado acuerdos de confidencialidad para revisar los detalles de la venta, sólo seis han presentado ofertas no vinculantes. Entre los interesados se encuentran la empresa brasileña de software Totvs SA y la canadiense Constellation Software, aunque Totvs ha confirmado que aún no ha presentado ninguna oferta.
Las ofertas presentadas hasta ahora no han cumplido las expectativas de StoneCo, ya que algunas son más de un 50% inferiores al precio de adquisición pagado por Linx hace cuatro años. Sin embargo, las fuentes indican que hay ofertas más altas, y es poco probable que StoneCo venda la unidad por un precio significativamente inferior a 5.000 millones de reales.
StoneCo había contratado previamente a J.P. Morgan y Morgan Stanley para facilitar la venta de Linx, como se informó en septiembre. Desde entonces, la empresa ha confirmado la contratación de asesores para explorar opciones para su negocio de software, aunque no ha fijado una fecha límite para la venta.
Al parecer, la empresa tecnológica se encuentra en una sólida posición financiera, lo que disminuye la urgencia de vender Linx. Prueba de ello es la reciente autorización por parte de StoneCo de un programa de recompra de acciones valorado en hasta 2.000 millones de reales.
La caída del mercado brasileño antes del anuncio de la reforma fiscal del gobierno también contribuyó al rendimiento de las acciones de StoneCo. La nueva propuesta del gobierno brasileño pretende ampliar las exenciones del impuesto sobre la renta para los ciudadanos con rentas más bajas, al tiempo que aumenta los impuestos para las rentas más altas, junto con planes para reducir el gasto público en el futuro.
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