Varios propietarios de franquicias de 7-Eleven en Japón se muestran favorables a una posible adquisición por parte de una empresa extranjera, lo que indica un deseo de cambio ante los retos estratégicos a los que se enfrenta la empresa matriz del gigante minorista, Seven & i Holdings (TYO:3382). Jun Nagao, antiguo franquiciado de Gunma, cree que una adquisición podría traer cambios positivos, haciéndose eco de los sentimientos de otros franquiciados que critican la estrategia actual de la empresa.
El mes pasado, la canadiense Alimentation Couche-Tard, propietaria de la cadena Circle K, propuso una oferta de 38.500 millones de dólares para adquirir Seven & i Holdings. A pesar de que Seven & i rechazó la oferta, Couche-Tard ha mantenido su interés. De tener éxito, representaría la mayor adquisición extranjera de una empresa japonesa y podría aumentar significativamente las economías de escala de Couche-Tard.
Los franquiciados han compartido su descontento con varias decisiones de Seven & i, como el lanzamiento fallido del sistema de pago sin efectivo 7pay. También han expresado su preocupación por la creciente competencia y el aumento de los costes a medida que Japón se aleja de décadas de deflación. Nagao, que mantenía una larga disputa con la empresa por el horario comercial obligatorio de 24 horas, destacó la incapacidad de la empresa para crear valor como motivo de la posible adquisición.
A pesar de las críticas, muchos propietarios de franquicias siguen apoyando la gestión de la empresa. Una encuesta interna de Seven & i mostró que alrededor del 80% de los franquiciados se sentían satisfechos con la gestión en los últimos tres años. Según los acuerdos de franquicia en Japón, los propietarios pagan entre el 56% y el 76% de los beneficios en concepto de cánones, que según la empresa se reinvierten en el desarrollo y equipamiento de las tiendas.
El servicio 7pay se interrumpió tres meses después de su lanzamiento en 2019 debido a una brecha de seguridad que afectó a las cuentas de los usuarios. Además, Seven & i cerró su plataforma de compras en línea el año pasado después de que no lograra atraer clientes.
Algunos propietarios de franquicias ven la oferta como un catalizador potencial para nuevas ideas y enfoques de negocio. Shigeo Kasai, que regenta tres tiendas en la prefectura de Tokushima, se mostró satisfecho con la gestión actual, pero reconoció los beneficios potenciales de la propiedad extranjera.
Los analistas señalan que el descenso de la población japonesa plantea retos a los operadores de tiendas de conveniencia. A pesar de estos retos, 7-Eleven mantiene altos márgenes de rentabilidad en Japón y es líder en ventas medias diarias por tienda en comparación con sus principales competidores, Lawson y FamilyMart.
Tak Niinami, consejero delegado de Suntory Holdings y antiguo responsable de Lawson, sugiere que la oferta de Couche-Tard podría servir de llamada de atención a Seven & i para crear más valor. Mientras tanto, algunos propietarios creen que incluso si el acuerdo Couche-Tard no se materializa, otras empresas podrían expresar su interés en adquirir Seven & i en el futuro.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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