por Francisco Delgado Castillo
(Actualiza historia con detalles)
Infosel, noviembre. 4.- Mega, una sociedad financiera especializada en atención a empresas, entró a la crisis económica de este año con una fuerte posición de liquidez, luego de emitir un bono internacional por 350 millones de dólares en febrero, justo antes que comenzara la pandemia.
Si bien casi la mitad de los recursos obtenidos tenían como destino el refinanciamiento de otros pasivos, la otra parte se ha mantenido en caja lista para enfrentar la situación y seguir generando cartera crediticia.
"Fue muy importante esta emisión, nos da visibilidad internacional", dijo en entrevista con Infosel Guillermo Romo, presidente y director ejecutivo de Mega. "Nos sentimos satisfechos con el trabajo que hemos hecho, tratamos de adaptarnos todos los días".
Como muchas empresas del sector en medio de la contingencia, la financiera ha restringido sus gastos y agregado cautela a sus criterios de originación crediticia, no obstante, no ha dejado de incrementar su volumen de negocio.
Durante la primera mitad del año la cartera de crédito total de Mega creció 25% respecto del mismo periodo del año anterior, mientras que su utilidad neta fue 56.4% mayor.
Además, ese crecimiento ha sucedido sin sacrificar la calidad de los activos, pues su índice de morosidad cerró el periodo en 2.1%.
La sociedad financiera regulada atiende mayormente a pequeñas y medianas empresas, de giros desde agroalimentario hasta hotelero, que han sido de los más afectados durante la pandemia de covid-19.
Para Mega, la anticipación fue la clave.
Además de la liquidez disponible y el enfoque del negocio en empresas en crecimiento y con exportaciones, Romo señaló que la comunicación con sus acreditados, para entender los casos específicos, ayudó a evitar una ola de impagos.
"Todos han sido bastante honestos con nosotros, como que todo mundo siente que estamos en la misma tormenta, recibiendo las marejadas todos juntos, y entre todos nos tenemos que ayudar a salir adelante", señaló el fundador de Mega en 2003.
Mega, que también opera en California, formó un equipo de manejo de crisis que se reúne todos los días y a partir del cual se decidió contactar a todos los clientes, antes que estos buscaran ayuda, para anticiparse a las necesidades de reestructura.
Hasta ahora 25% de sus clientes requirió una reunión especial, 18% tomó algún tipo de apoyo, como diferimientos, y sólo 1% presenta un problema estructural.
La crisis impulsada por el covid-19, una nueva enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2, incluso es una oportunidad para Mega, que ha registrado un incremento de más de tres veces en el numero de solicitudes que tenía habitualmente.
Esto, de acuerdo con su director ejecutivo, sucede porque las pequeñas empresas requieren liquidez hoy más que nunca, aunado a que compañías más grandes, antes atendidas por los bancos, han enfrentado dificultades para conseguir financiamiento, lo que le abre la puerta a la firma a nuevos mercados.
De esa forma la sociedad financiera tiene la intención de cerrar 2020 con un crecimiento de cartera de entre 25 y 30%, que, pese a ser doble dígito, no es el proyectado a principios de año, pues planea preservar su liquidez.
Pero sus planes no sólo son de corto plazo.
Mega tiene la intención de realizar una oferta pública inicial en el mercado de valores y convertirse en una empresa cotizada, aunque para ello aún faltan cuatro o cinco años.
"Desde que fundé la empresa ha sido un sueño llegar a ese momento", dijo Romo. "Sin embargo, todavía no creo que sea el momento, necesitamos más tamaño, volumen".
Esos años de crecimiento también llevarán a la financiera, estima su presidente, a otros países, pensando principalmente en la región de América Latina, aunque de momento está cómoda con el crecimiento orgánico, generando su propia cartera.
Antes de que termine 2020, Mega realizará una nueva emisión de deuda, que podría estar relacionada con el tema medioambiental, de la cual posteriormente dará detalles.
(Actualiza historia con detalles)
Infosel, noviembre. 4.- Mega, una sociedad financiera especializada en atención a empresas, entró a la crisis económica de este año con una fuerte posición de liquidez, luego de emitir un bono internacional por 350 millones de dólares en febrero, justo antes que comenzara la pandemia.
Si bien casi la mitad de los recursos obtenidos tenían como destino el refinanciamiento de otros pasivos, la otra parte se ha mantenido en caja lista para enfrentar la situación y seguir generando cartera crediticia.
"Fue muy importante esta emisión, nos da visibilidad internacional", dijo en entrevista con Infosel Guillermo Romo, presidente y director ejecutivo de Mega. "Nos sentimos satisfechos con el trabajo que hemos hecho, tratamos de adaptarnos todos los días".
Como muchas empresas del sector en medio de la contingencia, la financiera ha restringido sus gastos y agregado cautela a sus criterios de originación crediticia, no obstante, no ha dejado de incrementar su volumen de negocio.
Durante la primera mitad del año la cartera de crédito total de Mega creció 25% respecto del mismo periodo del año anterior, mientras que su utilidad neta fue 56.4% mayor.
Además, ese crecimiento ha sucedido sin sacrificar la calidad de los activos, pues su índice de morosidad cerró el periodo en 2.1%.
La sociedad financiera regulada atiende mayormente a pequeñas y medianas empresas, de giros desde agroalimentario hasta hotelero, que han sido de los más afectados durante la pandemia de covid-19.
Para Mega, la anticipación fue la clave.
Además de la liquidez disponible y el enfoque del negocio en empresas en crecimiento y con exportaciones, Romo señaló que la comunicación con sus acreditados, para entender los casos específicos, ayudó a evitar una ola de impagos.
"Todos han sido bastante honestos con nosotros, como que todo mundo siente que estamos en la misma tormenta, recibiendo las marejadas todos juntos, y entre todos nos tenemos que ayudar a salir adelante", señaló el fundador de Mega en 2003.
Mega, que también opera en California, formó un equipo de manejo de crisis que se reúne todos los días y a partir del cual se decidió contactar a todos los clientes, antes que estos buscaran ayuda, para anticiparse a las necesidades de reestructura.
Hasta ahora 25% de sus clientes requirió una reunión especial, 18% tomó algún tipo de apoyo, como diferimientos, y sólo 1% presenta un problema estructural.
La crisis impulsada por el covid-19, una nueva enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2, incluso es una oportunidad para Mega, que ha registrado un incremento de más de tres veces en el numero de solicitudes que tenía habitualmente.
Esto, de acuerdo con su director ejecutivo, sucede porque las pequeñas empresas requieren liquidez hoy más que nunca, aunado a que compañías más grandes, antes atendidas por los bancos, han enfrentado dificultades para conseguir financiamiento, lo que le abre la puerta a la firma a nuevos mercados.
De esa forma la sociedad financiera tiene la intención de cerrar 2020 con un crecimiento de cartera de entre 25 y 30%, que, pese a ser doble dígito, no es el proyectado a principios de año, pues planea preservar su liquidez.
Pero sus planes no sólo son de corto plazo.
Mega tiene la intención de realizar una oferta pública inicial en el mercado de valores y convertirse en una empresa cotizada, aunque para ello aún faltan cuatro o cinco años.
"Desde que fundé la empresa ha sido un sueño llegar a ese momento", dijo Romo. "Sin embargo, todavía no creo que sea el momento, necesitamos más tamaño, volumen".
Esos años de crecimiento también llevarán a la financiera, estima su presidente, a otros países, pensando principalmente en la región de América Latina, aunque de momento está cómoda con el crecimiento orgánico, generando su propia cartera.
Antes de que termine 2020, Mega realizará una nueva emisión de deuda, que podría estar relacionada con el tema medioambiental, de la cual posteriormente dará detalles.