El Parlamento moldavo, preocupado por las posibles interrupciones del suministro energético, decretó el viernes el estado de emergencia durante 60 días. Esta decisión se produce en un momento en que el país prevé el cese del suministro de gas ruso a través de Ucrania, fundamental para las necesidades energéticas de Moldavia.
El actual acuerdo de tránsito de gas entre la rusa Gazprom (MCX:GAZP) y la ucraniana Naftogaz finaliza el 31 de diciembre. Las autoridades ucranianas han indicado con firmeza que no renovarán el contrato, lo que ha llevado a Moldavia a prepararse para el previsible déficit.
Con el apoyo de 56 de los 101 diputados del Parlamento, el estado de emergencia otorga al Gobierno moldavo la capacidad de poner en marcha diversas acciones encaminadas a evitar y mitigar los riesgos asociados a la escasez de recursos energéticos.
La posible interrupción del suministro de gas a Moldavia, en particular a la región de Transnistria, ha hecho saltar las alarmas sobre posibles crisis humanitarias y amenazas al funcionamiento y la estabilidad del sector energético. El gobierno ha expresado su determinación de salvaguardar la seguridad energética de la nación durante este periodo de incertidumbre.
El Primer Ministro, Dorin Recean, hizo hincapié en la urgencia de la situación, declarando la determinación del país de garantizar que este invierno sea la última vez que Moldavia se enfrente a tal vulnerabilidad en términos de suministro energético.
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