Norfolk Southern Corporation (NYSE:NSC) ha anunciado su compromiso de aplicar una serie de recomendaciones de seguridad de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB). Esta decisión se produce tras el descarrilamiento de un tren en East Palestine, Ohio, en febrero de 2023, que provocó un importante vertido de sustancias químicas tóxicas.
La NTSB y los responsables de Norfolk Southern, incluido su consejero delegado, Alan Shaw, han mantenido hoy una reunión de tres horas en Atlanta. La reunión se produjo después de las críticas anteriores de la presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy, a la conducta del ferrocarril, que incluían acusaciones de amenazar a la junta, intentar fabricar pruebas y ocultar documentos. Sin embargo, las conversaciones de hoy han dado un giro hacia la colaboración, con Homendy elogiando a Norfolk Southern y señalando el interés expresado por Shaw no sólo en cumplir las recomendaciones de seguridad de la NTSB, sino en superarlas.
El ferrocarril ha hecho suyas las recomendaciones de la NTSB en materia de política de seguridad nacional, que están en consonancia con las iniciativas de seguridad en curso en Norfolk Southern. Estas recomendaciones pretenden mejorar la prevención, mitigación y respuesta a los accidentes. Shaw declaró que Norfolk Southern comparte la dedicación de la NTSB a la seguridad y está comprometida con las acciones que abordan sus recomendaciones, aspirando a establecer el estándar de oro de la industria en materia de seguridad.
Entre las recomendaciones de la NTSB se encuentran la mejora de los sistemas de detección de defectos ferroviarios, la modernización de la flota nacional de vagones cisterna y el suministro de información sobre seguridad ferroviaria en tiempo real a los servicios de emergencia. Homendy subrayó la importancia de avanzar junto con entidades como Norfolk Southern en materia de seguridad.
La investigación de la NTSB sobre el incidente de junio descubrió que Norfolk Southern y sus contratistas no necesitaban ventilar y quemar los materiales peligrosos de los vagones cisterna. El descarrilamiento dio lugar a peticiones de legislación sobre seguridad ferroviaria, ya que obligó a los residentes a evacuar temporalmente sus hogares debido al incendio y al vertido de más de 1 millón de galones de materiales peligrosos y contaminantes.
En mayo, Norfolk Southern llegó a un acuerdo que incluía una multa civil de 15 millones de dólares y el reembolso de 57,1 millones de dólares en concepto de costes de limpieza. Además, la empresa se comprometió a realizar importantes mejoras en materia de seguridad y formación, que incluyen la instalación de dispositivos adicionales para detectar con la suficiente antelación el sobrecalentamiento de los cojinetes de las ruedas a fin de evitar futuros descarrilamientos.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.