por Eduardo García
Por Jairo Ibarra
Infosel, marzo. 5.- El difícil año que tuvo la empresa estatal Petróleos Mexicanos en 2019 fue amortiguado, hasta cierto punto, por la decisión de asegurar parte de los ingresos que recibe por la venta de crudo en el extranjero con un programa de coberturas, que ejerció parcialmente.
Durante 2019, Pemex, como hizo también en 2018, contrató coberturas petroleras para asegurar que podría vender los 116.8 millones de barriles de crudo que planeaba exportar a un precio mínimo.
El costo de ese contrato fue de 149.6 millones de dólares, de acuerdo con información solicitada por Infosel a través de la plataforma nacional de transparencia.
Los barriles se cubrieron "a través de put-spreads, con un precio de ejercicio de 57.6 dólares a 52.6 dólares por barril para la mezcla mexicana" de exportación, dijo la empresa petrolera estatal, en el documento que entregó a la agencia de noticias tras hacer diversas solicitudes de información.
Pemex además dijo que su programa de coberturas lo fue implementando a lo largo del año pasado, a través de 31 operaciones, con cuatro instituciones financieras.
Las coberturas se hacen a través de instrumentos financieros derivados, con las que garantiza un precio mínimo a su barril de exportación, por lo que cobran relevancia cuando la cotización de ese barril de crudo baja del nivel mínimo garantizado.
En esos casos, la petrolera obtendrá la diferencia entre el precio al que vendió su barril y el fijado en la cobertura, garantizando así un mínimo de ingresos por esas ventas foráneas.
Claro que, si el precio del petróleo sube por arriba del mínimo garantizado en la cobertura, entonces el instrumento no se ejerce y la petrolera termina pagando el costo del programa para asegurar un precio mínimo a su crudo de exportación.
El gobierno mexicano también compra coberturas petroleras para asegurar el monto de ingreso que recibirá con las exportaciones de crudo de Pemex.
El año pasado, el precio mínimo que pactó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para su crudo de exportación fue de 55 dólares, o un precio menor al que pactó Pemex con parte de las suyas.
En cierto sentido, ese diferencial es lo que permitió a Pemex, a diferencia del gobierno de México, ejercer algunas de las coberturas que contrató en 2019. El gobierno mexicano no pudo ejercer las suyas ya que el precio promedio de la mezcla mexicana fue en 2019 superior al de esos instrumentos financieros.
No es claro, sin embargo, cuánto de su cobertura total pudo ejercer Pemex en 2019 ni cuál fue el monto que recabó con la ejecución de esa porción de sus coberturas.
El precio promedio de la mezcla mexicana fue de 56.02 dólares para el año pasado.
"Pemex ejerció parte de su programa de coberturas petroleras 2019", dijo la empresa estatal en las respuestas a las solicitudes de información que le presentó Infosel, sin ofrecer mayores detalles.
La decisión de asegurar parte de los ingresos de la compañía se ha dado en una época complicada para la petrolera, ya que ha atravesado por diversas dificultades operativas por la caída casi constante de su producción de crudo de los últimos 15 años o su abultado endeudamiento.
Pemex es, de hecho, la petrolera más endeudada del mundo y reportó hace unos días que tuvo una pérdida neta de 346 mil 135 millones de pesos (17 mil 714 millones de dólares) el año pasado, lo que representa un incremento de 91.8% con respecto a la pérdida observada un año antes, de acuerdo con un informe publicado en la Bolsa Mexicana de Valores.
"Cerramos uno de los años más complejos en la historia reciente de Petróleos Mexicanos", dijo Alberto Velázquez, el director corporativo de finanzas de la petrolera estatal, en una conferencia de prensa con inversionistas.
Claro que, a pesar de los resultados financieros, Pemex tuvo importantes logros el año pasado, como fue el frenar la caída de su producción de crudo y su capacidad para reestructurar hasta 36 mil millones de dólares de sus adeudos -dos acciones que probablemente le permitan mejorar su condición actual.
De ahí, que la dirección de la mayor empresa del país confíe en que cumplirá con los compromisos establecidos en su plan de negocios, algo que de lograrse podría evitar la posible degradación de su calificación crediticia.
Pemex actualmente tiene una perspectiva 'negativa' por parte de la agencia calificadora Moody's (NYSE:MCO) Investors Service, lo que indica que podría ser degradada si su situación financiera empeora.
La calificación que Moody's da a Pemex está en el nivel de 'Baa3', o el último escaño en la categoría de grado de inversión. Un recorte implicaría que la petrolera perdería su grado de inversión para entrar a grado especulativo, con lo que dos de las tres principales agencias calificadoras la tendrían en esa categoría, también conocida como "basura".
Fitch Ratings es la otra calificadora que hoy considera la deuda de Pemex como especulativa, mientras que Standard & Poor's la cataloga como grado de inversión.
Ante esta problemática, la petrolera ha venido tomando diversas medias para aliviar su situación. Una de ellas fue la decisión tomada en abril de 2017 de regresar a los mercados de derivados para cubrir el precio de su mezcla de exportación y fijarlo en un nivel mínimo.
El esquema de 2017, con el cual Pemex retomó las coberturas tras más de una década de no hacerlo, fue contratado a través de 39 transacciones en los mercados de derivados con los bancos JP Morgan Chase (NYSE:JPM), Bank of America (NYSE:BAC) Merril Lynch, BNP Paribas (PA:BNPP) y Citibanamex.
No es claro si en la cobertura de 2019 fueron esas mismas instituciones financieras.
Por Jairo Ibarra
Infosel, marzo. 5.- El difícil año que tuvo la empresa estatal Petróleos Mexicanos en 2019 fue amortiguado, hasta cierto punto, por la decisión de asegurar parte de los ingresos que recibe por la venta de crudo en el extranjero con un programa de coberturas, que ejerció parcialmente.
Durante 2019, Pemex, como hizo también en 2018, contrató coberturas petroleras para asegurar que podría vender los 116.8 millones de barriles de crudo que planeaba exportar a un precio mínimo.
El costo de ese contrato fue de 149.6 millones de dólares, de acuerdo con información solicitada por Infosel a través de la plataforma nacional de transparencia.
Los barriles se cubrieron "a través de put-spreads, con un precio de ejercicio de 57.6 dólares a 52.6 dólares por barril para la mezcla mexicana" de exportación, dijo la empresa petrolera estatal, en el documento que entregó a la agencia de noticias tras hacer diversas solicitudes de información.
Pemex además dijo que su programa de coberturas lo fue implementando a lo largo del año pasado, a través de 31 operaciones, con cuatro instituciones financieras.
Las coberturas se hacen a través de instrumentos financieros derivados, con las que garantiza un precio mínimo a su barril de exportación, por lo que cobran relevancia cuando la cotización de ese barril de crudo baja del nivel mínimo garantizado.
En esos casos, la petrolera obtendrá la diferencia entre el precio al que vendió su barril y el fijado en la cobertura, garantizando así un mínimo de ingresos por esas ventas foráneas.
Claro que, si el precio del petróleo sube por arriba del mínimo garantizado en la cobertura, entonces el instrumento no se ejerce y la petrolera termina pagando el costo del programa para asegurar un precio mínimo a su crudo de exportación.
El gobierno mexicano también compra coberturas petroleras para asegurar el monto de ingreso que recibirá con las exportaciones de crudo de Pemex.
El año pasado, el precio mínimo que pactó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para su crudo de exportación fue de 55 dólares, o un precio menor al que pactó Pemex con parte de las suyas.
En cierto sentido, ese diferencial es lo que permitió a Pemex, a diferencia del gobierno de México, ejercer algunas de las coberturas que contrató en 2019. El gobierno mexicano no pudo ejercer las suyas ya que el precio promedio de la mezcla mexicana fue en 2019 superior al de esos instrumentos financieros.
No es claro, sin embargo, cuánto de su cobertura total pudo ejercer Pemex en 2019 ni cuál fue el monto que recabó con la ejecución de esa porción de sus coberturas.
El precio promedio de la mezcla mexicana fue de 56.02 dólares para el año pasado.
"Pemex ejerció parte de su programa de coberturas petroleras 2019", dijo la empresa estatal en las respuestas a las solicitudes de información que le presentó Infosel, sin ofrecer mayores detalles.
La decisión de asegurar parte de los ingresos de la compañía se ha dado en una época complicada para la petrolera, ya que ha atravesado por diversas dificultades operativas por la caída casi constante de su producción de crudo de los últimos 15 años o su abultado endeudamiento.
Pemex es, de hecho, la petrolera más endeudada del mundo y reportó hace unos días que tuvo una pérdida neta de 346 mil 135 millones de pesos (17 mil 714 millones de dólares) el año pasado, lo que representa un incremento de 91.8% con respecto a la pérdida observada un año antes, de acuerdo con un informe publicado en la Bolsa Mexicana de Valores.
"Cerramos uno de los años más complejos en la historia reciente de Petróleos Mexicanos", dijo Alberto Velázquez, el director corporativo de finanzas de la petrolera estatal, en una conferencia de prensa con inversionistas.
Claro que, a pesar de los resultados financieros, Pemex tuvo importantes logros el año pasado, como fue el frenar la caída de su producción de crudo y su capacidad para reestructurar hasta 36 mil millones de dólares de sus adeudos -dos acciones que probablemente le permitan mejorar su condición actual.
De ahí, que la dirección de la mayor empresa del país confíe en que cumplirá con los compromisos establecidos en su plan de negocios, algo que de lograrse podría evitar la posible degradación de su calificación crediticia.
Pemex actualmente tiene una perspectiva 'negativa' por parte de la agencia calificadora Moody's (NYSE:MCO) Investors Service, lo que indica que podría ser degradada si su situación financiera empeora.
La calificación que Moody's da a Pemex está en el nivel de 'Baa3', o el último escaño en la categoría de grado de inversión. Un recorte implicaría que la petrolera perdería su grado de inversión para entrar a grado especulativo, con lo que dos de las tres principales agencias calificadoras la tendrían en esa categoría, también conocida como "basura".
Fitch Ratings es la otra calificadora que hoy considera la deuda de Pemex como especulativa, mientras que Standard & Poor's la cataloga como grado de inversión.
Ante esta problemática, la petrolera ha venido tomando diversas medias para aliviar su situación. Una de ellas fue la decisión tomada en abril de 2017 de regresar a los mercados de derivados para cubrir el precio de su mezcla de exportación y fijarlo en un nivel mínimo.
El esquema de 2017, con el cual Pemex retomó las coberturas tras más de una década de no hacerlo, fue contratado a través de 39 transacciones en los mercados de derivados con los bancos JP Morgan Chase (NYSE:JPM), Bank of America (NYSE:BAC) Merril Lynch, BNP Paribas (PA:BNPP) y Citibanamex.
No es claro si en la cobertura de 2019 fueron esas mismas instituciones financieras.