Las empresas privadas que operan bloques petroleros en México incumplieron su meta de producción de 2021 y acumulan tres años de fracasos, de acuerdo con los datos más recientes de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
En diciembre, el sector privado extrajo 74.800 barriles diarios de petróleo crudo, 54% por debajo del objetivo de 166.000 barriles diarios que planteó la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi) para el año pasado. La cifra es aún más baja al considerar el promedio anual de 64.200 barriles por día.
Tras ganar la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se comprometió a respetar los contratos petroleros en manos de las empresas durante una reunión con Amexhi en septiembre de 2018, y fijó una meta de producción de 280.000 barriles de crudo por día a las empresas hacia el final de su sexenio.
Desde entonces, las compañías no han conseguido alcanzar los objetivos anuales.
Tres de los 111 contratos vigentes concentran 67% de la producción privada gracias a los campos marinos Miztón y Hokchi, además del bloque terrestre Santuario-El Golpe, operados por las compañías Ente Nazionale Idrocarburi ( ENI (MI:ENI)), Hokchi Energy y Perenco, respectivamente.
Durante gran parte de 2020, la pandemia de Covid-19 destruyó la demanda de energéticos y provocó que el precio del crudo se hundiera a niveles negativos por primera vez en su historia, pero en 2021 los precios mejoraron y recuperaron los márgenes previos a la emergencia sanitaria, gracias a la reactivación económica que acompañó a las vacunas contra la enfermedad respiratoria.
Pero algunas empresas privadas en México tuvieron retrasos operativos y problemas productivos durante la segunda mitad del año. ENI, por ejemplo, incluso estaba dañando el campo Miztón por la falta de un barco que regule la presión del yacimiento, advirtió el presidente de la CNH, Rogelio Hernández Cázares, en diciembre.
Otro caso fue el consorcio formado por Fieldwood Energy y su socia Petrobal, filial petrolera del empresario mexicano Alberto Baillères , que opera los campos marinos Ichalkil y Pokoch, el cual entró en operación hasta noviembre de 2021 por no comprobar gastos, aunque el inicio estaba proyectado para julio.
López Obrador ha sido uno de los principales críticos de la reforma energética del expresidente priista Enrique Peña Nieto, la cual terminó con el monopolio de Petróleos Mexicanos (Pemex) y abrió el mercado a la iniciativa privada en 2013 mediante subastas contractuales en áreas terrestres, aguas superficiales y profundas para exploración y producción.
En septiembre de 2021, el político tabasqueño dijo que ya se podrían cancelar algunos contratos, pero su administración declinó hacerlo para evitar un “alboroto” de las empresas.
Tres meses después, Hernández Cázares reveló a Bloomberg Línea que 5% de los contratos petroleros que se licitaron estaban por inclumplir los lineamientos.
El regulador energético estima que las empresas privadas incumplirán la meta petrolera al final del sexenio de López Obrador.
En 2021, la producción petrolera de México promedió 1.664 millones de barriles diarios, un crecimiento marginal de 0,1%. Del total, Pemex concentra 96% y las empresas privadas el 4% restante.
Pemex recortó varias veces las metas de producción el año pasado, y difundirá los datos de diciembre el próximo 27 de enero.
A pesar de que la CNH publica la producción de la empresa estatal, no es comparable con la de Pemex porque tienen mediciones diferentes de la temperatura del crudo.
Convierta a Bloomberg Línea en su fuente de noticias