Por Carjuan Cruz
Investing.com - Inversionistas minoritarios se mostraron mucho más arriesgados que los grandes en un enero rojo, el peor desde la crisis financiera de 2008. Según refleja un informe de Bank of America (NYSE:BAC), durante el mes pasado, las instituciones se enfocaron más en vender, y fueron los pequeños participantes del mercado los que lideraron las compras, aprovechando las caídas.
Los inversores institucionales, como fondos de cobertura, decidieron vender activos, y los clientes minoristas de BofA fueron los que más compraron, registrando entradas en acciones en todas las últimas cuatro semanas, según indica el informe.
La entidad financiera señaló que se trató de compras de base amplia en la caída, esto implica acciones individuales y también de ETF. Estos inversionistas pequeños registraron $5,500 millones en flujos totales a las acciones, lo que representa la cantidad más grande desde noviembre y la octava más alta desde 2008, indica la institución financiera en el reporte, citado por YahooFinance.
El inicio del tapering recortando liquidez, las posibilidades de aumentos de tasas de interés, la confirmación por parte de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, de una política más agresiva, y las tensiones geopolíticas por el conflicto en Ucrania, impulsaron la aversión al riesgo, y llevó a los índices bursátiles a bajas significativas.
Enero dejó un rendimiento negativo de 5.2% para el S&P, su enero más débil desde 2009, y la mayor caída en un mes desde marzo de 2020. El Nasdaq Composite sufrió una pérdida de 9% durante este primer mes del año.
Y, bajo ese escenario, los pequeños se atrevieron a comprar, mientras los grandes preferían vender. Sin embargo, el informe de la entidad aclara que este comportamiento suele ser similar durante el primer mes del año, cuando los inversionistas minoritarios compran más por la venta de pérdidas fiscales.