Los estrategas de Credit Suisse dijeron que los futuros indican que una recesión podría no golpear a los EE.UU. hasta 2026, frente a la sabiduría convencional que sugiere una recesión a partir de septiembre de 2023.
Los estrategas señalan que, según las creencias comúnmente aceptadas, cuando la curva de rendimiento se invierte, a menudo indica una próxima recesión económica. Los datos históricos sugieren que las curvas de rendimiento invertidas tienden a preceder a las recesiones en aproximadamente 11 meses. En este caso, el diferencial entre el bono de 3 meses y el de 10 años se volvió negativo el 25 de octubre de 2022, lo que sugiere que es probable que se produzca una recesión en septiembre de este año.
Sin embargo, basándose en el propio análisis de la empresa, han descubierto que las recesiones tienden a iniciarse cuando la curva de rendimientos comienza a aplanarse de nuevo tras haberse invertido. Esta observación concuerda con la intuición común, ya que la curva de rendimientos suele empinarse cuando la Reserva Federal baja las tasas de interés en previsión de un declive económico. Actualmente, sobre la base de los futuros del Tesoro, se prevé que la curva de rendimientos se invertirá por primera vez en junio de 2026. Se trata de un cambio notable en comparación con las expectativas anteriores de una desinversión en abril de 2024 a partir del 30 de abril de 2023, y en enero de 2025 a partir del 31 de mayo de 2023. El reciente cambio de perspectivas económicas justifica, al menos en cierta medida, los fuertes rendimientos registrados en lo que va de año.