Investing.com - Los latidos del corazón de los operadores bursátiles pueden oírse literalmente entre la turbulencia de los mercados de valores de Estados Unidos, ya que el índice de miedo y codicia de CNN Money se sitúa actualmente en el alarmante nivel de 74 puntos, lo que lo sitúa justo en medio del peligroso terreno de la "codicia". Cada día que pasa, esta insaciable sed de beneficios parece intensificarse aún más, cruzando la línea de la "codicia extrema". La última vez que este barómetro de confianza fue tan elevado fue a finales de enero de 2023, cuando el S&P 500 perdió más del 9% de su valor en seis semanas.
En este sentido, la comunidad bursátil debería al menos ser cautelosa, porque el nivel actual del índice de confianza podría ser señal de una inminente corrección bursátil que podría hacer tambalear a los índices de acciones de Estados Unidos, al menos a corto plazo.
El índice de miedo y codicia actúa como barómetro de las emociones que dominan los mercados. Combina diversos factores, como el volumen del mercado, los indicadores de confianza, el impulso de los valores y la volatilidad, para trazar un panorama completo del actual estado de la psicología de los inversores. Desde el infierno más bajo del miedo hasta el pico más vertiginoso de la codicia, este índice refleja cómo toman sus decisiones los agentes del mercado y cómo puede influir esto en la evolución de los precios.
Pero, ¿qué significa exactamente que el índice de miedo y codicia se mueva de forma tan persistente en la dirección de la “codicia extrema? Pues bien, es una clara señal de que el recalentamiento es inminente. Cuando la codicia se impone a la razón y los inversores se dejan cegar por la avaricia, corren el riesgo de caer en una trampa. Los precios suben y suben, pero acaba llegando el día en que la realidad les alcanza y los mercados corrigen su rumbo bruscamente. Esta corrección podría provocar una fuerte caída de los precios de las acciones, obligando a los inversores a congelar sus ganancias o incluso a asumir pérdidas.
Históricamente, la "avaricia extrema" suele tener consecuencias nefastas y se considera un presagio de corrección bursátil. Esto debería ser una lección para todos nosotros de que no se puede confiar en la codicia como guía para las decisiones de inversión y que se requiere extrema precaución cuando el índice de miedo y codicia se dispara a tales alturas, especialmente cuando la amplitud del mercado en los índices de acciones de Estados Unidos sigue dejando mucho que desear y sólo un puñado de valores apuntalan el S&P 500 este año.
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Lance Roberts, estratega jefe de carteras y economista de RIA Advisors, describe acertadamente el tono subyacente del mercado actual: "...un repunte del mercado apoyado en una estrecha amplitud está impulsando el índice, entusiasmando a los inversores y haciéndoles soñar con una riqueza inimaginable". Sin embargo, como aplicado inversor, no hay que olvidar que es igualmente importante obtener beneficios cuando las expectativas superan las realidades fundamentales, resume el experto.
Por supuesto, también hay voces que afirman que la codicia actual tiene una cualidad diferente y que estamos en una nueva era en la que ya no se aplican las viejas reglas. Argumentan que el rápido desarrollo de la tecnología y las posibilidades aparentemente ilimitadas de la inteligencia artificial, de las que se han beneficiado especialmente Nvidia (NASDAQ:NVDA), Microsoft (NASDAQ:MSFT) y Super Micro Computer estas últimas semanas, nos han conducido a un nuevo panorama económico en el que no hay vuelta atrás. Por supuesto, la exageración podría continuar, en parte porque la base de los mercados sigue siendo la emoción humana y el comportamiento irracional, pero en algún momento la realidad volverá a golpearnos y las acciones volverán a valoraciones razonables.
Por lo tanto, el índice de miedo y codicia debe tomarse como una advertencia urgente. La corrección de los índices bursátiles estadounidenses podría ser inevitable y los inversores deberían replantearse sus estrategias para prepararse ante posibles turbulencias. Aquéllos que ya hayan obtenido grandes beneficios deberían considerar la posibilidad de recoger beneficios y reducir sus posiciones. Una mezcla equilibrada de cautela y previsión es la clave para evitar ser arrastrados al abismo por la codicia.