Investing.com - Los inversores esperan con expectación las palabras que hoy pronunciará el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en la tradicional rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno en busca de alguna pista sobre cuándo piensa comenzar la entidad a retirar los estímulos.
Por el momento, parece que el futuro del programa de compra de activos (60.000 millones de euros mensuales hasta finales de año) es más incierto que nunca, especialmente después de la última intervención de Draghi en las jornadas que organiza anualmente el BCE en Sintra, Portugal.
Los actuales planes de la institución, al menos los anunciados oficialmente, elevarían el monto total de la compra de bonos hasta los 2,3 billones de euros hasta el final de año, respaldados por unos tipos de interés de referencia instaurados en el cero absoluto y los de facilidad de depósitos aplicados a los bancos directamente en niveles negativos.
Así las cosas, el primer espada de la política monetaria europea se enfrenta a la difícil tarea de hilvanar un discurso equilibrado que permita preparar a los inversores para una retirada de los estímulos, pero sin provocar con ello una sobrerreacción de los mercados.
En su intervención en el encuentro de Sintra a finales del mes pasado, Draghi ya apuntó la posibilidad de introducir un ajuste gradual en el programa de compra de activos, una posibilidad que ha espoleado al euro hasta máximos de 14 meses frente al dólar.
Por su parte, la rentabilidad de la deuda pública europea se ha disparado y el bund alemán incluso ha llegado a duplicar su rendimiento en las tres semanas siguientes a las declaraciones de Draghi.
Según argumentó el presidente del BCE, aunque la baja inflación pueda ser un fenómeno puntual, la autoridad monetaria europea necesita ser prudente en el ajuste de su política monetaria para contribuir a la mejoría de las condiciones económicas.
Las expectativas de que el BCE comience a retirar los estímulos en un futuro próximo recibieron un nuevo impulso con la publicación de las actas de la última reunión de la entidad, en las que se recogía el debate en el seno del Consejo de Gobierno sobre la pertinencia de retirar de los comunicados la referencia a la posibilidad de incrementar el programa de estímulo en cuantía y duración si fuese necesario.
En cualquier caso, los inversores esperan que Draghi muestre hoy el mismo optimismo que en el exhibido en Sintra, aunque también están preparados para que “Super Mario” vuelva a intercalar su discurso con comentarios más acomodaticios.
Además, la cercanía en el tiempo del encuentro de banqueros centrales que anualmente celebra la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) en Jackson Hole en agosto invita a pensar que el Banco Central Europeo esperará a la reunión del mes de septiembre antes de adoptar ninguna medida significativa en relación a su política económica.