Tesla (NASDAQ:TSLA) presentó el lunes en Estados Unidos versiones más asequibles de su sedán Model S y de su todoterreno Model X. Estas nuevas variantes ofrecen menor autonomía de conducción y pretenden impulsar las ventas, ya que los elevados gastos de financiación están afectando actualmente a la demanda de vehículos eléctricos más caros. Las versiones más económicas de ambos vehículos lanzadas el lunes cuestan 10,000 dólares menos que el modelo normal, según la página web de Tesla.
Tesla ya ha recortado varias veces este año los precios de sus vehículos en Estados Unidos, China y otros mercados. La empresa se está centrando más en impulsar las ventas que en mantener altos los márgenes de beneficio, aunque sus márgenes de beneficio siguen siendo mejores que los de muchos otros fabricantes de automóviles.
La gama estándar del Model X tiene un precio de 88,490 dólares, mientras que el Model X empieza en 98,490 dólares. La variante más asequible ofrece una autonomía de entre 255 y 269 millas. En comparación, el Model X ofrece una autonomía de 330 millas a 348 millas, junto con una aceleración ligeramente más rápida.
En cuanto al Model S Standard Range, su precio de partida es de 78,490 dólares, en contraste con los 88,490 dólares que cuesta el Model S. La versión más económica del Model S ofrece una autonomía de 298 a 320 millas, mientras que el Model S ofrece una autonomía extendida de 375 a 405 millas.
El mes pasado, el primer fabricante de automóviles del mundo en términos de valor mencionó que sus ingresos de explotación y sus ingresos se vieron afectados debido a la reducción de los precios medios de venta y al descenso de las ventas de sus modelos más caros