BUENOS AIRES, 20 abr (Reuters) - Cientos de trabajadores acampaban el viernes a las puertas de dos plantas de molienda de soja de la agroexportadora Cargill en Argentina, luego de que la empresa decidió paralizar su operación por diez días tras recientes huelgas sorpresivas, dijo un gremialista local a Reuters.
Hace dos semanas, Cargill CARG.UL ya había frenado varios días la actividad en sus plantas de Villa Gobernador Gálvez y Bahía Blanca, aduciendo que no podía garantizar las condiciones de seguridad ante múltiples huelgas en rechazo al despido de decenas de empleados anunciado a principios de año. los trabajadores desmintieron cualquier problema de seguridad.
"Nosotros cada vez que hacemos un paro sorpresivo, se hace con todas las medidas de seguridad. En todas las paradas que hubo, no hubo ningún riesgo para la vida de los trabajadores o los equipos. No se rompió un solo rulemán (rodamiento)", dijo Sergio Díaz, secretario de prensa del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del polo agroindustrial de Rosario.
La decisión de Cargill de paralizar dos de sus plantas en Argentina -el mayor exportador mundial de harina y aceite de soja- desde el jueves hasta el 30 de abril involucra además una suspensión de su personal sin pago de sueldos, dijo la empresa en un comunicado de prensa.
"De lo que se trata es de ahogarnos económicamente para que no sigamos en la huelga", afirmó Díaz en diálogo con Reuters.
La planta de Villa Gobernador Gálvez, ubicada en la principal región agroportuaria del país, emplea a unos 380 obreros, en tanto que la de Bahía Blanca, otra importante terminal exportadora, tiene cerca de 100 empleados.
A principio de año, Cargill anunció que estaba realizando un proceso de transformación de sus operaciones que implicaría la desvinculación de alrededor de 40 empleados para reemplazarlos por otros, en función de hacer más eficiente su negocio.
(Reporte de Maximiliano Rizzi Editado por Ana Laura Mitidieri/Nicolás Misculin)