Se prevé que el expresidente Donald Trump modere las políticas antimonopolio en comparación con las de la actual administración, con posibles cambios que incluyen detener los esfuerzos para disolver Google, de Alphabet Inc (NASDAQ:GOOGL). Se espera que Trump, que ha expresado dudas sobre la eficacia de la disolución del gigante tecnológico, mantenga las acciones legales contra las grandes empresas tecnológicas, muchas de las cuales se originaron durante su anterior mandato.
En un acto celebrado en octubre en Chicago, Trump cuestionó el impacto de desmantelar Google, sugiriendo medidas alternativas para garantizar la equidad sin una ruptura. "Si haces eso, ¿vas a destruir la empresa? Lo que puedes hacer sin disolverla es asegurarte de que sea más justa", declaró.
En la actualidad, el Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ) sigue dos casos antimonopolio contra Google, centrados en su dominio de la tecnología de búsqueda y publicidad, así como un caso contra Apple Inc (NASDAQ:AAPL). La Comisión Federal de Comercio de EE.UU. (FTC) también ha demandado a Meta Platforms Inc y Amazon.com Inc (NASDAQ:AMZN).
El DOJ ha propuesto varios remedios en el caso de las búsquedas contra Google, incluida la posible desinversión de determinados segmentos de negocio como el navegador web Chrome, y la rescisión de los acuerdos de motor de búsqueda por defecto con empresas como Apple.
Sin embargo, el juicio para deliberar sobre estos remedios está fijado para abril de 2025, con una decisión final prevista para agosto del mismo año. Este calendario permite posibles cambios de enfoque bajo la influencia de Trump, como señala William Kovacic, profesor de Derecho de la Universidad George Washington y ex presidente de la FTC.
Además de estos casos, es probable que Trump dé marcha atrás en algunas políticas que han sido fuente de frustración para los negociadores bajo la administración del presidente Joe Biden. Un ejemplo notable es el abandono de la práctica anterior de llegar a un acuerdo con las empresas en proceso de fusión permitiéndoles hacer concesiones, como la venta de partes de su negocio para aliviar los problemas de competencia.
Según Jon Dubrow, socio de McDermott Will & Emery, se espera que la FTC y el DOJ descarten las directrices de revisión de fusiones establecidas bajo el mandato de Biden, que se han percibido como poco favorables a las fusiones y adquisiciones.
Además, la prohibición de la FTC de la mayoría de las cláusulas de no competencia en los contratos de trabajo podría enfrentarse a desafíos si la FTC, bajo una mayoría designada por Trump, opta por no defenderla contra demandas, como una presentada por la Cámara de Comercio de EE. UU. Actualmente, se estima que 30 millones de trabajadores estadounidenses, o el 20% de la fuerza laboral, están sujetos a acuerdos de no competencia, y la FTC está apelando una decisión judicial que ha bloqueado la norma.
Aunque el posible regreso de Trump al poder podría dar lugar a un retroceso de las iniciativas defendidas por la actual presidenta de la FTC, Lina Khan, que se centraban en los daños sociales derivados de la consolidación empresarial descontrolada, no se espera que reduzca significativamente la aplicación de la legislación antimonopolio. Los datos del bufete de abogados Sheppard Mullin indican que durante el primer mandato de Trump se presentó un número comparable de casos de fusiones que durante los dos primeros años de la administración de Biden.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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