por Patricia Guerrero Medina
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Infosel, abril. 26.- Urbi Desarrollos Urbanos, una de las principales empresas dedicadas a la construcción de vivienda en México, redujo sus expectativas de negocio para 2019, debido a la continua caída en el desarrollo de vivienda de interés social, su principal mercado, y a un financiamiento menor al esperado.
La compañía estimó ingresos totales de entre 500 y 550 millones de pesos (26.3 a 29 millones de dólares) para este año, 39% menos a los entre 800 y 900 millones (42.2 a 47.5 millones de dólares) anunciados cuando presentó su plan ante el consejo de administración en diciembre. De esos ingresos, 80% provendrán de la venta de viviendas, que en el caso de Urbi tienen un precio promedio de 600 mil pesos (31 mil 679 dólares).
"Nuestras expectativas originales para este 2019 se han contraído, es por ello que estamos implementando las medidas necesarias para consolidar una empresa más compacta y mejor blindada ante el entorno actual, a fin de preservar el valor de la compañía", dijo Román Álvarez, director general de Urbi, en el comunicado donde informó el cambio.
Entre las modificaciones previstas destacan la baja de 71% para inversión en obra. En diciembre Urbi estimó que sería de poco más de 600 millones de pesos (31.7 millones de dólares), pero la redujo a 170 millones (8.9 millones).
Tras los ajustes, las acciones de la compañía llegaron a caer hasta 10.6%, su menor precio en los 15 años que lleva en el mercado de capitales; mientras que el S&P/BMV IPC también caía 0.25%.
Los ajustes de Urbi a su plan de negocios son un reflejo del panorama que atraviesa el sector vivienda en los últimos años, especialmente en el desarrollo de vivienda de interés social, que muestra una tendencia a la baja frente a la vivienda media y residencial.
Otros participantes del sector que en su momento fueron grandes compañías han padecido la crisis sectorial a tal grado que han visto reducirse a una fracción de lo que llegaron a ser, como Homex, o bien Casas Geo, que incluso ya se encuentra en proceso de liquidación.
La precariedad del sector de la vivienda social incluso ha provocado mayores dificultades para que las compañías accedan a financiamiento.
Urbi tenía previsto requerir un fondeo de aproximadamente 250 millones de pesos (13.2 millones de dólares); sin embargo, reconoció "una mayor cautela por parte del sistema financiero" para otorgarle recursos.
Por ello, la estrategia de la viviendera será dar prioridad a los proyectos cuyo fondeo ya está garantizado al menos los primeros seis meses del año y concentrará sus desarrollos en un menor número de ciudades. Además descartó la adquisición de nuevos proyectos este año, para lo que en principio tenía previsto invertir 115 millones de pesos (seis millones de dólares).
También ha recurrido a fuentes alternas de financiamiento, como la figura de acreedor privado, que si bien le han permitido obtener recursos de corto plazo para el financiamiento de sus desarrollos, presenta algunas limitantes en los montos que pueden otorgar.
Otra opción es la emisión de nuevas acciones, que propondrá el próximo 30 de abril, y con la que espera obtener hasta 100 millones de pesos que destinará a mantener la estabilidad de la empresa, de acuerdo con su reporte financiero del primer trimestre.
Con la llegada de la nueva administración federal, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, los constructores de vivienda no han experimentado aún una mejora en su situación, ya que el gobierno no ha desarrollado políticas que clarifiquen su panorama e incluso ha reducido los recursos para subsidios.
En el Presupuesto de Egresos de la Federación para este año, México destinó mil 717 millones de pesos (90.6 millones de dólares) para el subsidio de vivienda social, 75% menos a lo que tuvo el año previo, lo que causó el descontento de las empresas agrupadas en la Cámara Nacional de la Industria del Desarrollo y Promoción de Vivienda, también conocida como Canadevi.