Investing.com - "Los participantes en el mercado necesitan desesperadamente noticias positivas debido a los pésimos rendimientos que la gran mayoría de las clases de activos han obtenido en lo que va de año. Dado el alto nivel de incertidumbre que sigue existiendo, no podemos decir que se estén produciendo acontecimientos que puedan provocar un giro en el mercado en este momento, pero estamos empezando a encontrar algo de consuelo en un par de tendencias en torno a la inflación y las expectativas de inflación".
Así comienza su análisis Felipe Villarroel, Gestor de TwentyFour AM (boutique de Vontobel (SIX:VONN) AM), que afirma que "tendremos que ver una clara evidencia de que la tendencia de la inflación se invierte antes de que los inversores se sientan lo suficientemente tranquilos como para que su impulso por retirar de fondos varíe, lo que ayudaría a calmar los horribles rendimientos del primer semestre de 2022".
"Como destacaron los representantes de los bancos centrales en la reciente conferencia del BCE en Sintra, el choque inflacionista mundial está recibiendo impulso tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda. Encontramos un ejemplo de la primera en los persistentes problemas de la cadena de suministro que provocan que la producción de toda una serie de bienes y servicios no sea óptima. Por su parte, la segunda se ve ilustrada por las enormes reservas de dinero en efectivo en las cuentas bancarias de los consumidores como resultado del estímulo fiscal que llevó los ratios de ahorro a niveles récord hace algunos trimestres. Pero lo más importante es que, si un choque de oferta (que los bancos centrales prácticamente ignorarían en circunstancias normales) resulta ser lo suficientemente persistente, podría darse el caso de que las expectativas de inflación se ajustaran al alza. Esto es peligroso, ya que los salarios podrían responder, perpetuando así el choque inflacionario en el futuro", explica este experto.
1. Precios de las materias primas
La primera noticia positiva tiene que ver con los precios de las materias primas. Dada la persistencia del choque de la oferta, es difícil que las expectativas de inflación se corrijan a menos que los precios de las materias primas lo hagan primero, y en el último mes hemos empezado a ver precisamente eso. La mayoría de las materias primas han experimentado descensos de precios bastante importantes, con un descenso de casi un 10% del petróleo a principios de julio y de un 17% en el último mes. En otros productos, en el último mes el rendimiento ha seguido el mismo camino: el aluminio ha bajado un 12,25%, el cobre y el níquel alrededor de un 20% y, sobre todo, el trigo ha bajado un 27,5%, señala Villarroel.
Según el gestor, "todo ello son buenas noticias desde el punto de vista de los mercados, y también desde el punto de vista humanitario ya que los futuros del trigo han cedido todas sus ganancias desde la invasión rusa de Ucrania. En nuestra opinión, estos movimientos reflejan el hecho de que es probable que la demanda agregada se ralentice. En otras palabras, la ralentización gestionada que está intentando llevar a cabo la Reserva Federal, realmente está mostrando signos de que funciona. Las condiciones financieras se han endurecido y los mercados esperan que esto repercuta en la demanda de materias primas. Se trata de una buena noticia, ya que cuanto antes logre la Fed su objetivo, antes podrá pausar su ajuste de la política monetaria".
2. Umbrales de inflación
La segunda noticia positiva procede de los umbrales de inflación. "Si tomamos prestada la frase de Jerome Powell, la Fed y otros bancos centrales no pueden ni siquiera empezar a pensar en pausar el ajuste de la política monetaria si las expectativas de inflación corren el riesgo de desanclarse", dice Villarroel.
Según explica este experto, el umbral de inflación a un año en EE.UU. ha descendido desde su máximo en lo que va de año, el 6,30%, hasta el 3,75% actual; el umbral a cinco años ha caído desde su máximo en lo que va de año, el 3,75%, hasta el 2,50% actual, y el umbral a cinco años para dentro de cinco años (es decir, la media de las expectativas de inflación de 2027 a 2032) ha caído desde su máximo en lo que va de año, el 2,55%, hasta el 2,05% actual. "No estamos sugiriendo que la Fed vaya a hacer una pausa ahora mismo, pero esta condición necesaria para que lo haga una vez que la inflación empiece a descender en serio se cumple actualmente. Ni que decir tiene que esta corrección de las expectativas de inflación se debe en parte a la mencionada evolución de los precios de las materias primas", apunta.
"Así que, aunque no estemos diciendo que el mercado haya tocado fondo en esta coyuntura, sería insensato ignorar el hecho de que el principal impulsor del agresivo endurecimiento de la política de los bancos centrales podría estar mostrando algunos primeros signos de moverse en la dirección correcta. Para los inversores (y la Fed), la esperanza es que este delicado acto de equilibrio de desaceleración de la demanda agregada para bajar el crecimiento y las materias primas sin causar una recesión importante pueda continuar. El tiempo lo dirá, pero creemos que es una posibilidad que no debe descartarse del todo", concluye Villarroel.