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Por Diego Oré y Sarah Marsh
SANTA CRUZ, Bolivia, 9 jul (Reuters) - El Papa Francisco dijo el jueves en la ciudad boliviana de Santa Cruz que "tierra, techo y trabajo" son derechos sagrados para los más necesitados de América Latina, una región que logró en la última década reducir de manera significativa la pobreza pero aún tiene mucho camino por recorrer.
En su segundo día en el país altiplánico como parte de una gira de una semana por su Sudamérica natal, Francisco congregó a 500.000 feligreses al pie de una estatua de Cristo en el noroeste de la ciudad más grande de Bolivia.
En Ecuador, el Papa de 78 años ya había reunido a 1,5 millones de personas y los instó a velar por el medioambiente.
"Tierra, techo y trabajo para todos nuestros hermanos y hermanas. Lo dije y lo repito: son derechos sagrados", dijo el Papa durante un encuentro con movimientos sociales, integrados por campesinos pobres, indígenas y luchadores sociales.
"Vale la pena luchar por ellos. Que el clamor de los excluidos se escuche en América Latina y en toda la tierra", agregó ante el aplauso fervoroso de miles.
En la última década, América Latina logró sacar de la pobreza a más de 70 millones de personas pero poco más de una quinta parte de su población sigue viviendo bajo ese flagelo.
Por la mañana, el primer Papa del hemisferio sur celebró una multitudinaria misa y horas más tarde se reunió con religiosos.
Antes de la misa, usó como sacristía para colocarse la casulla y la mitra un local de Burger King ubicado detrás del improvisado altar. Tras vestirse en un lugar visto por muchos como un ícono del consumismo, el Papa criticó esa cultura.
"(Hay) una lógica que busca transformar todo en objeto de consumo, todo negociable", dijo en Santa Cruz, una ciudad con menos indígenas que en otras partes de Bolivia y donde varios de sus 2,6 millones de habitantes tienen ascendencia europea.
Conocido por sus gestos de humildad, como el preferir la casa de huéspedes del Vaticano en lugar de la residencia papal usada por sus antecesores, Francisco ha tenido una enorme acogida en su gira por los países más pobres de la región. urn:newsml:reuters.com:*:nL1N0ZO0S5
Cuando llegó a Bolivia, Francisco elogió los logros sociales e institucionales de Evo Morales, un mandatario socialista con mucho apoyo popular por su carisma y prudencia financiera que triplicó el tamaño de la economía y redujo la pobreza.
Pero a pesar de todo, Morales no ha logrado que aquellos que dejaron la miseria se consoliden como una nueva clase media, poniendo en riesgo esos avances con la caída de los precios de los hidrocarburos, la principal fuente de divisas del país.
En Santa Cruz hace vida la oposición más férrea a Morales. Con otros departamentos del este del país, conforma la "media luna", un grupo de ricas regiones que buscan autonomía política.
PIDIENDO PERDÓN A PUEBLOS ORIGINARIOS
En Santa Cruz, el sol salió después de varios días de lluvia y las calles por donde pasaba el "papa móvil" lucían atestadas de gente, buen ánimo y vendedores ambulantes.
"Estamos orgullosos de estar entre los primeros países que el Papa visitó en América Latina. Es la cosa más maravillosa que ha pasado de tener un Papa latinoamericano. Él se siente como parte de la familia", dijo Elizabeth Pinto, de 41 años, que trajo a su familia para la misa.
Bolivia es una nación de mayoría católica donde la religión se sincretiza con ritos paganos, como sacrificios de animales.
La relación de Morales, el primer presidente indígena del país, con la Iglesia Católica ha sido tensa en el pasado. Llegó a decir que debía "desaparecer de Bolivia" y durante su mandato el catolicismo dejó de ser la religión oficial del país.
Pero desde que el jesuita Jorge Bergoglio se convirtió en el jefe de la Iglesia, Morales sólo ha tenido elogios para él, con quien se fundió en un caluroso abrazo a su llegada a tierra boliviana antes de llamarlo "el Papa de los pobres".
Morales le obsequió un inusual regalo a Francisco: una hoz y el martillo -símbolo del comunismo- de madera con una figura de un Cristo crucificado sobre ella, que el Papa recibió perplejo. urn:newsml:reuters.com:*:nL1N0ZP2A8
Durante un encuentro con movimientos sociales de América Latina el jueves por la noche, el Papa pidió perdón por los crímenes contra los indígenas cometidos en nombre de la Iglesia.
"Pido, humildemente, perdón no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América", dijo repitiendo el mea culpa de Juan Pablo II.
"Y para ser justos, también quiero que recordemos millares de sacerdotes y obispos que se opusieron a la lógica de la espada por la fuerza de la cruz", agregó.
"MAR PARA BOLIVIA"
Desde la catedral de La Paz, Francisco recomendó el miércoles usar la diplomacia para resolver conflictos como el que mantienen Bolivia y Chile por una salida al mar.
Minutos después, el canciller chileno Heraldo Muñoz acusó a Bolivia de frustrar el diálogo con la demanda presentada ante la Corte Internacional de Justicia.
"Chile ha estado siempre abierto al diálogo, fue Bolivia quien lo frustró con su demanda unilateral ante la Corte", dijo Muñoz al diario chileno El Mercurio. "Lo que Bolivia pretende es afectar la integridad territorial de Chile y eso no es aceptable como bien lo sabe el Papa Francisco".
Morales dijo el jueves en una entrevista con Reuters que no descarta pedirle al Papa que sea mediador para resolver el conflicto entre los dos países vecinos. urn:newsml:reuters.com:*:nL1N0ZP0ZW
En el encuentro con los movimientos sociales se veían carteles como "Papa Francisco yo quiero mar para Bolivia".
En su estancia de dos días en Santa Cruz, Francisco se hospedó en la casa del único cardenal boliviano, Julio Terrazas, que está internado en una clínica por varias dolencias. Como no pudo estar en la misa, el Papa lo visitó el jueves.
El viernes, después de entrar a la cárcel más peligrosa de Bolivia, el Papa partirá hacia Paraguay para cerrar su gira en el país latinoamericano con mayor porcentaje de católicos. (Reporte adicional de Philip Pullela; Editado por Pablo Garibian)