(Actualiza con declaración del presidente colombiano)
Por Luis Jaime Acosta
BOGOTÁ, 2 jul (Reuters) - El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, suspendió el jueves su participación en una cumbre de la Alianza del Pacífico que se realiza en Perú y regresó a su país después de que dos bombas de bajo poder, aparentemente activadas por la guerrilla izquierdista, explotaron en Bogotá causando lesiones leves a 10 personas y daños materiales.
Santos decidió regresar a Colombia a su llegada a la ciudad de Paracas, Perú, después de que se enteró de las explosiones en oficinas de una administradora de un fondo privado de pensiones, acciones que el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, calificó como "hechos terroristas".
Antes de volver a Bogotá, Santos participó en un panel con los mandatarios de Chile, Michelle Bachelet; México, Enrique Peña Nieto y Perú, Ollanta Humala, países que integran la Alianza del Pacifico, considerada como el proceso de integración comercial más importante en la historia reciente América Latina.
Santos sugirió que los ataques fueron cometidos por la guerrilla, pero no precisó si fueron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
"El terrorismo no es nada nuevo en Colombia. En Colombia casi que estamos acostumbrados a estos ataques, ataques que lo que demuestran es debilidad, la guerrilla cuando acude al terrorismo está demostrando debilidad y cobardía", dijo Santos en el acto de instalación de la cumbre en Perú.
"Infortunadamente me regreso. Son momentos en que uno tiene que estar con su pueblo, acompañándolos, y también haciendo todo lo necesario para proteger la seguridad de los colombianos", agregó.
La Policía Metropolitana de Bogotá informó que la primera explosión se registró en el centro financiero del norte de Bogotá y la segunda en una zona industrial cerca al centro de la capital colombiana de ocho millones de habitantes.
El ministro de Defensa ofreció una recompensa de 38.000 dólares por información que permita identificar y capturar a los responsables de los ataques, al tiempo que ordenó intensificar los patrullajes de la policía y el ejército en toda la ciudad.
Varias regiones del país han sido afectadas en el último mes por una escalada de ataques de las izquierdistas FARC contra oleoductos, torres de energía y efectivos militares, que, sin embargo, no han golpeado a los grandes centros urbanos.
Los recientes ataques se han registrado pese a la negociación de paz que mantiene el Gobierno de Santos con las FARC en Cuba, con la que se busca poner fin a un conflicto interno de más de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos.
Pese a las tensiones y los altibajos, la actual negociación que se realiza en medio de la confrontación ha logrado más avances que todos los esfuerzos previos para alcanzar la paz.
El Gobierno también mantiene contactos exploratorios con el ELN, pero aún no ha iniciado una negociación formal de paz con ese grupo. (Reporte de Luis Jaime Acosta)