Por Delphine Schrank
TIJUANA, México, 25 abr (Reuters) - Cientos de migrantes centroamericanos de una caravana que atravesó México se reunieron el miércoles en Tijuana y planearon cruzar la frontera juntos este fin de semana, desafiando las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de repelerlos.
El momento en que se daría la llegada de los migrantes podría comprometer las intensas negociaciones de esta semana para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que Trump ha amenazado reiteradamente con abandonar si México no toma medidas enérgicas contra el flujo de centroamericanos a través de su territorio.
Autobuses llenos de inmigrantes comenzaron a llegar el martes a un refugio que estaba a cinco minutos a pie desde la frontera y a la vista de una bandera de Estados Unidos ondeando bajo un paso elevado que conecta los dos países.
Mientras muchos descansaban en tiendas de campaña después de un viaje de un mes por México, otros vagabundeaban hasta la frontera para contemplar la siguiente escala de su viaje.
"El muro no se ve tan alto", dijo Kimberly George, una niña de 15 años de Honduras que miraba hacia una barrera maltrecha a pocos metros de distancia. "Realmente quiero cruzarlo".
Los migrantes dijeron que huyeron de sus hogares en Guatemala, El Salvador y Honduras debido a las amenazas de muerte de las pandillas locales, el asesinato de familiares o la persecución política.
Trasladándose de pueblo en pueblo, la caravana se convirtió en un obstáculo para las relaciones entre Estados Unidos y México después de que Trump escribió una serie de tuits a principios de abril, diciéndoles a las autoridades mexicanas que los detuvieran.
Más autobuses llenos de migrantes llegaron durante el transcurso del día, desbordando el primer refugio. Grupos locales de ayuda a los migrantes dijeron que era el grupo más grande que habían visto llegar juntos, mientras intentaban por encontrar lugares en 10 refugios.
"Gracias a Dios estamos aquí", dijo Aide Hernández, de 34 años, guatemalteca, y con cuatro hijos a cuestas. Ella dijo que planeaba buscar asilo en Estados Unidos. Cuando se le preguntó la razón, miró hacia abajo, avergonzada de detallar un caso de abuso doméstico.
Voluntarios del grupo de defensa de derechos humanos Pueblos Sin Fronteras, que organizó la caravana, se dirigieron a los inmigrantes para discutir un plan para cruzar juntos el principal puente peatonal hacia Estados Unidos el domingo.
Las tensiones aumentaron luego de que un funcionario mexicano de inmigración sugirió ir en grupos más pequeños a la estación fronteriza.
A unos 3,700 kilómetros (2,300 millas) en Estados Unidos, en Washington DC, el canciller mexicano, Luis Videgaray, se reunió con la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kirstjen Nielsen, para analizar la migración centroamericana, dijo la secretaría de Relaciones Exteriores de México en un comunicado.
"El Departamento de Seguridad Nacional está vigilando el viaje de la llamada 'caravana' hacia nuestra frontera sur (...) Permítanme ser clara: aplicaremos las leyes de inmigración según lo establecido por el Congreso. Si ingresas ilegalmente a nuestro país, has infringido la ley y serás remitido para tu enjuiciamiento", dijo Nielsen en un comunicado aparte tras la reunión.
Los ministros de México, Canadá y Estados Unidos también se reunieron en la capital estadounidense, mientras se apresuraban a cerrar un acuerdo rápido para actualizar el TLCAN. está claro si las preocupaciones sobre la inmigración podrían afectar las conversaciones. El lunes, Trump amenazó con hacer que los controles de inmigración fuesen una condición en las conversaciones del TLCAN y exigió que México impida que las personas crucen su territorio para ingresar a Estados Unidos. (Reporte de Delphine Schrank, escrito por Sharay Angulo. Editado por Carlos Aliaga)