Por Nelson Acosta
LA HABANA, 19 ene (Reuters) - La actriz cubana Aniet Hernández y sus dos hijos perdieron toda esperanza de reunirse con su esposo en Miami cuando el Gobierno de Donald Trump recortó drásticamente en septiembre su personal en la embajada de Estados Unidos en La Habana y dejó de procesar cientos de solicitudes del programa de reunificación familiar.
Unas semanas después del anuncio, Washington dijo que procesaría las peticiones cubanas del antiguo programa en su sede diplomática de Bogotá, lo que generó cierto alivio pero al mismo tiempo frustración en la isla caribeña.
"Cuando escuché la noticia de Trump que todo era por Colombia, pensé que mi matrimonio había terminado y mi familia se destruía, dijo Hernández, cuyo esposo emigró hace cuatro años a Estados Unidos.
La actriz de 35 años es ahora uno de los cientos de cubanos que buscan visados en la embajada de Colombia en Cuba para viajar luego a Bogotá por dos o tres semanas y asistir a su entrevista con las autoridades estadounidenses, una carga extra en costos y burocracia en un tema ya complejo.
"Todo este proceso es bastante estresante y siempre hay preocupación pues viajo con mis dos hijos", dijo en las afueras de la embajada colombiana en la isla.
La sede diplomática sudamericana, situada en el lujoso barrio capitalino de Miramar, se ha convertido ahora en un centro de actividad constante ya que muchos cubanos hacen fila desde el amanecer para cumplir con sus citas previas, protegiéndose del sol y la lluvia bajo sombrillas.
El cónsul colombiano en Cuba, Luis Fernando Córdoba, dijo a Reuters que su equipo estaba trabajando más horas de lo normal desde hace varias semanas y se estaba preparando para hacer frente a una mayor demanda de visados.
"Estas son personas que han estado separadas dos, tres años de sus familias y nosotros estamos brindando apoyo", dijo Córdoba. El tema es delicado", añadió.
Dado que el salario promedio en Cuba es de alrededor de 30 dólares mensuales, los cubanos que esperan por la visa consideran que el requisito de contar con 2.000 dólares como garantía en una cuenta bancaria para obtener los documentos era oneroso.
Sus familiares en Estados Unidos tuvieron que asumir la mayoría de los gastos y cargos con otros costos adicionales, según explicaron a Reuters.
La visa colombiana cuesta alrededor de 170 dólares, además de los vuelos a Bogotá y alojamiento en un hotel por varias semanas, gastos que pueden ser en vano si Estados Unidos les niega el estatus de inmigrantes.
"Es un dineral lo que hay que gastar; alrededor de 4.000 dólares en total para ir a reunirme con mi familia", dijo Mercedes Céspedes, de 78 años, quien ha esperado un año y medio para residir junto a su hermano en Michigan.
"Esto es algo abusivo porque las situaciones políticas no deberían interferir en las familias cubanas", señaló.
La relación entre Cuba y Estados Unidos, que el expresidente demócrata Barack Obama trató de normalizar tras décadas de hostilidad, se ha deteriorado constantemente desde que Trump llegó a la Casa Blanca, influyendo en las familias cubanas divididas por el Estrecho de Florida.
Hay aproximadamente unos 2 millones de cubanos o estadounidenses de origen cubano que viven en Estados Unidos. Cuba ha reportado una población de 11,2 millones de habitantes.
Estados Unidos mantiene un acuerdo con Cuba para emitir anualmente 20.000 visas a cubanos que buscan emigrar, según los pactos suscritos luego del éxodo masivo de los balseros en 1994 para evitar la emigración ilegal en embarcaciones improvisadas.
Washington emitió más de 800 visas de inmigrantes a cubanos entre marzo y agosto del pasado año, según datos del Departamento de Estado, pero sólo 168 en septiembre, 16 en octubre y 196 en noviembre debido al recorte del personal diplomático en su embajada de La Habana.
En respuesta a las acusaciones a La Habana por supuestos "ataques acústicos", el gobierno de Trump dijo que no tenía más remedio que reducir su personal en Cuba debido a problemas de salud que dijo han padecido dos decenas de sus empleados en la isla.
Un funcionario de Estados Unidos dijo a Reuters la semana pasada que el Gobierno estadounidense aún no enviaría personal diplomático a Cuba.
Críticos sostienen que Washington ha politizado el complicado tema. Canadá, en cambio, reportó problemas similares de salud entre varios de sus empleados en La Habana, pero no ha recortado el personal ante la falta de evidencia sobre los presuntos incidentes.
Córdoba dijo que Colombia hasta el momento no ha rechazado ninguna solicitud de visados para las entrevistas de los cubanos en Bogotá ante las autoridades estadounidenses.
"A nosotros ahora nos toca ser optimistas, pensar positivo y que llegaremos a estar junto a la familia que es lo más importante", dijo Delio Sotolongo, de 50 años, quien viajó desde Villa Clara, a unos 270 kilómetros al este de La Habana, para buscar una visa y luego reunirse en Miami con su esposa.
(Reporte de Nelson Acosta. Con reporte adicional de Grant Smith en Nueva York y Sarah Marsh en La Habana, editado por Gabriela DOnoso)