BOGOTÁ, 11 abr (Reuters) - Colombia y Ecuador dijeron el miércoles que no han logrado confirmar la autenticidad de un comunicado aparentemente emitido por un grupo armado ilegal reportando la muerte de dos periodistas y su chofer, secuestrados en la conflictiva zona fronteriza binacional.
El periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas, y el conductor Efraín Segarra, del diario El Comercio, fueron privados de la libertad por un grupo armado ilegal hace más de dos semanas en el norte de Ecuador, cerca de la conflictiva frontera con Colombia.
"Hemos hecho el análisis de inteligencia de ese texto que aparece firmado por un supuesto frente Oliver Sinisterra de las FARC y no hemos podido encontrar ningún elemento que permita afirmar que es auténtico", dijo a periodistas el ministro de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas.
El frente Oliver Sinisterra es una de las disidencias de la antigua guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no aceptó los términos del acuerdo de paz firmado con el presidente Juan Manuel Santos en 2016 para acabar un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos.
Ese grupo armado ilegal, que continúa con actividades ilícitas como el narcotráfico en el sur del país, cerca de la frontera con Ecuador, ha sido acusado de recientes ataques contra las Fuerzas Armadas de Ecuador en territorio de ese país.
El líder de esa organización es Walter Artízala, alias "Guacho", por quien Colombia ofrece una recompensa de más de 107.000 dólares por información que permita su muerte o captura.
"Hemos tomado contacto con las autoridades políticas y de seguridad de Colombia y nos han informado que no conocen sobre la veracidad de esta información", declaró por su parte el ministro del Interior de Ecuador, César Navas, en Quito.
El comunicado que circuló por redes sociales reportó la muerte de los periodistas ecuatorianos y su conductor en una fallida operación de rescate que Colombia negó. Los tres rehenes aparecieron la semana pasada en un video en el que notificaban que su libertad dependía de un intercambio por miembros del grupo armado ilegal detenidos en Ecuador. (Reporte de Luis Jaime Acosta y Alexandra Valencia en Quito; editado por Hernán García)