Por Jane Ross
DESIERTO DE SONORA, EEUU, 4 oct (Reuters) - Las cruces de colores brillantes que Álvaro Enciso coloca en la dura e inmisericorde arena del desierto de Sonora, en Arizona, señalan lo que él denomina como "el fin del sueño americano"; los lugares en los que murió un inmigrante tras cruzar la frontera entre Estados Unidos y México.
En el sur de Arizona se han recuperado los cuerpos de casi 3.000 inmigrantes desde el año 2000, según la oficina del forense del condado de Pima. El grupo humanitario Humane Borders, que establece puntos con agua a lo largo del trayecto de los inmigrantes, cree que podría ser sólo una fracción de la cifra total de muertos, ya que la mayoría de cuerpos nunca se ha recuperado.
Humane Borders publica junto a la oficina del forense un mapa interactivo en internet que señala con un punto rojo el lugar exacto en que fue hallado cada cadáver de un inmigrante.
Ese mapa y su multitud de puntos rojos inspiraron a Enciso, un artista de 73 años autodescrito como "activista reacio", para poner en marcha su proyecto.
"Vi este mapa con miles de puntos rojos, uno encima de otro", dijo a Reuters en su taller en Tucson en septiembre. "Quiero ir donde (están) esos puntos rojos. Ya sabe, el lugar donde ocurrió una tragedia. Y estar allí y sentir el lugar en el que alguien sufrió el fin del sueño americano", comentó.
Los puntos rojos del mapa están representados por un círculo de metal rojo que Enciso clava en cada cruz, que fabrica en su taller. Decora las cruces con pequeños pedazos de objetos abandonados por los inmigrantes, que recoge durante sus viajes al desierto.
Con temperaturas superiores a los 37 grados Celsius, Álvaro y sus dos ayudantes, Ron Kovatch y Frank Sagona, tomaron dos grandes cruces de madera, una pala, jarras con agua y un cubo con cemento en polvo y avanzaron por el desierto al sur de la Interestatal 8 de Arizona, en un camino salpicado de mezquites y cactus saguaros.
Usando un dispositivo de GPS portátil, llegan hasta un anodino terreno rocoso, el lugar en el que fueron hallados los restos sin vida de José Apolinar García Salvador, de 40 años, el 14 de septiembre de 2006.
Luego colocaron otra cruz para una segunda persona que nunca fue identificada, una de las 1.100 recuperadas de los desiertos de Arizona desde 2000 cuyos nombres son desconocidos.
Enciso, que abandonó Colombia en los años 60 para estudiar en Estados Unidos, considera las cruces en parte como un proyecto artístico y en parte como un comentario social. Le gustaría que acabara la muerte de inmigrantes en el desierto, así como un cambio en las leyes migratorias de Estados Unidos.
"No podemos seguir siendo una tierra, un país que fue creado sobre la idea de que aceptamos a todos aquí. Hemos roto la regla número uno sobre lo que es Estados Unidos", comentó. (Editado en español por Carlos Serrano)