BOGOTÁ, 4 feb (Reuters) - El comandante de las disidencias de las FARC que murió con otros 13 combatientes en un bombardeo de las Fuerzas Militares en una zona selvática del sur de Colombia, recibía apoyo de un sector de la "dictadura" venezolana, dijo el lunes el presidente Iván Duque.
La muerte de Edgar Mesías Salgado, alias "Rodrigo Cadete", jefe de un grupo de disidentes de la desmovilizada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ocurrió el sábado en zona rural del municipio de San Vicente del Caguán, en el departamento del Caquetá, y ha sido el golpe más duro contra los grupos armados ilegales durante el actual gobierno.
"Este resultado es vital para la seguridad nacional, porque alias Rodrigo Cadete, desde hace más de un año, venía creando estructuras que se estaban nutriendo, además, del auspicio de algunos sectores cercanos a la dictadura de Venezuela", dijo Duque en una declaración a periodistas.
El mandatario, quien reconoció al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, no dio pruebas ni más detalles de quiénes y cómo están apoyando desde Caracas a las disidencias de las FARC.
Sin embargo, fuentes de seguridad sostienen que Miguel Botache Santillana, alias "Gentil Duarte", el máximo líder de las disidencias de las FARC se refugia en Venezuela con varios de sus lugartenientes, al igual que algunos comandantes de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Más de 13.000 integrantes de las FARC, incluidos alrededor de 7.000 combatientes, depusieron las armas y se reintegraron a la vida civil en un partido político, como parte de un acuerdo de paz firmado en 2016 con el expresidente Juan Manuel Santos.
Pero algunos dirigentes y combatientes del desmovilizado grupo rebelde no aceptaron los términos del acuerdo y decidieron continuar en la lucha armada o en actividades vinculadas con el narcotráfico y la minería ilegal.
Actualmente, existen unos 30 grupos disidentes de las FARC que suman unos 1.800 combatientes y que según fuentes de seguridad pretenden unificarse, lo que podría suponer una amenaza para la seguridad de Colombia.