El veredicto en el juicio por espionaje del periodista estadounidense Evan Gershkovich, previsto para hoy, podría sentar las bases para un posible intercambio de prisioneros entre Rusia y Estados Unidos. El Presidente ruso, Vladimir Putin, se ha mostrado dispuesto a discutir un intercambio que incluya al reportero del Wall Street Journal. Aunque el Kremlin insiste en que las negociaciones deben ser confidenciales, la discusión de un canje ha sacado a la luz varios casos de estadounidenses detenidos en Rusia y rusos retenidos en el extranjero.
Evan Gershkovich, detenido en marzo de 2023 en Ekaterimburgo, se enfrentó a acusaciones de intentar reunir secretos sobre un fabricante ruso de tanques por encargo de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA). Tanto Gershkovich como los funcionarios estadounidenses han negado los cargos de espionaje.
Otro caso notable es el de Paul Whelan, un exmarine estadounidense con múltiples nacionalidades, que fue detenido en 2018 y posteriormente condenado a 16 años de prisión por cargos de espionaje, que él ha negado. Whelan era empleado de BorgWarner, un proveedor de piezas de automóviles, en el momento de su detención. El gobierno estadounidense ha clasificado tanto a Gershkovich como a Whelan como "detenidos injustamente", lo que indica la creencia de que sus detenciones están motivadas políticamente.
También está detenida Alsu Kurmasheva, reportera de Radio Free Europe/Radio Liberty, que fue arrestada en Kazán en octubre de 2023. Inicialmente acusada de no registrarse como agente extranjero, ahora se enfrenta también a acusaciones de difundir información falsa sobre el ejército ruso, cargo que podría acarrearle una condena de 15 años.
Vladimir Kara-Murza, con doble nacionalidad rusa y británica, cumple una condena de 25 años en Siberia tras ser declarado culpable de traición. Conocido por su oposición a las acciones de Rusia en Ucrania y su defensa de las sanciones, Kara-Murza ha sobrevivido a dos intentos de envenenamiento y sigue siendo un disidente declarado, incluso entre rejas.
Rusia ha mostrado interés en el regreso de varios nacionales, entre ellos Vadim Krasikov, que cumple cadena perpetua en Alemania por el asesinato de un disidente checheno-georgiano en Berlín, un crimen que las autoridades alemanas han vinculado al Estado ruso. Putin ha aludido a Krasikov como candidato para un canje con Gershkovich.
Otro ciudadano ruso, Vladimir Dunaev, fue condenado en enero en Estados Unidos a más de cinco años de prisión por cargos de ciberdelincuencia relacionados con el paquete de programas maliciosos "Trickbot".
Roman Seleznev, hijo de un legislador ruso, está cumpliendo una condena de 27 años en Estados Unidos tras ser declarado culpable de un ciberataque masivo contra empresas estadounidenses, que provocó importantes pérdidas económicas. Su sentencia, dictada en 2017, es la más larga por delitos relacionados con piratería informática en la historia de Estados Unidos.
El posible intercambio de prisioneros sigue siendo una cuestión diplomática delicada, en la que ambas partes parecen estar evaluando sus opciones y el valor de los detenidos en cuestión.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.