Por Lizbeth Diaz
CIUDAD DE MÉXICO, 23 abr (Reuters) - Tres estudiantes fueron asesinados y sus cuerpos disueltos en ácido, luego de que criminales los secuestraron el mes pasado en el occidental estado de Jalisco tras confundirlos con miembros de un grupo rival, dijeron el lunes autoridades mexicanas.
Los estudiantes de cinematografía fueron vistos por última vez en el municipio de Tonalá, donde se quedaron varados cuando se descompuso el auto en que viajaban y posteriormente fueron secuestrados por al menos seis personas, que los torturaron y asesinaron.
"Los estudiantes fueron privados de su libertad con la finalidad de dañarlos, para quitarles la vida y posteriormente sus cuerpos fueron disueltos en ácido para que no quedara rastro de ellos", dijo la fiscalía en un mensaje a medios.
El fiscal estatal Raúl Sánchez, comentó que los familiares de los jóvenes ya habían sido notificados y que dos personas fueron detenidas por su posible participación en el caso ocurrido el 19 de marzo.
Otra fuente de la misma institución dijo a Reuters que se están analizando más restos humanos hallados en el predio donde fueron disueltos los jóvenes, ante la posibilidad de más casos.
La fiscalía explicó que los jóvenes fueron confundidos de pertenecer a un grupo criminal rival del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que de acuerdo a autoridades estadounidenses se ha convertido en el más poderoso de México con células en varios países.
Grupos delictivos en México suelen secuestrar, torturar, descuartizar e incluso disolver en ácido a sus víctimas las que algunas veces son halladas en fosas construidas de manera clandestina.
En el 2014, decenas de estudiantes del magisterio fueron secuestrados y entregados por policías a un grupo criminal en el sureño estado de Guerrero, un caso que sacudió al Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
A pesar de las críticas de organismos internacionales, una investigación realizada por un grupo de expertos designado por la CIDH y pesquisas en México, los jóvenes desaparecidos en Guerrero no han sido hallados ni se conoce con certeza el móvil del ataque. (Reporte de Lizbeth Díaz. Editado por Carlos Aliaga)