CARACAS, 10 mar (Reuters) - El oficialismo y la oposición encabezada por su líder, Juan Guaidó, retoman el martes las calles de Caracas, sólo que esta vez con un mismo destino: marchar a la sede de la Asamblea Nacional que se ha convertido en el más reciente blanco de la lucha por el poder en la nación OPEP.
Aunque partidarios del gobierno del presidente Nicolás Maduro y opositores ya se han manifestado antes en un mismo día, como en noviembre pasado, casi nunca coinciden en el destino final de la caminata porque desde hace años Caracas se partió en dos, el este para la oposición y el oeste y centro para el oficialismo.
Los grupos oficialistas generalmente cuentan con militares, policías o grupos de civiles armados para impedir el paso a la oposición.
Luego que Guaidó convocara el mes pasado a la marcha, el fin de semana Diosdado Cabello, segundo hombre fuerte del oficialismo, anunció que ellos también harían una caminata a la Asamblea, un edificio en el centro caraqueño y que se disputan los bandos porque es el último bastión de actividad institucional de los opositores.
El 5 de enero, el gobierno impidió el ingreso a los diputados de la oposición, que son mayoría en el parlamento desde los comicios del 2015, al edificio legislativo utilizando piquetes antimotines de la Guardia Nacional.
Más tarde ese día mientras el oficialismo impuso en una criticada votación a un nuevo presidente del congreso, los parlamentarios opositores reeligieron a Guaidó en una sesión realizada en un local al este capitalino.
Desde entonces, los diputados de la oposición sesionan en diferentes plazas y anfiteatros de la ciudad.
Para el gobierno de Maduro, con niveles de aceptación de 13% según un sondeo de la firma privada Datanálisis en febrero, la marcha del martes busca ratificar que "las calles son del pueblo, no de la burguesía. El imperialismo quiere seguir atacando a Venezuela", según ha dicho Cabello.
Guaidó, reconocido por más de 50 países como el presidente interino legítimo de Venezuela, intentará por su parte reactivar la alicaída movilización callejera y aumentar las presiones sobre el gobierno, pese a que las últimas manifestaciones opositoras no han sido masivas.
"Sin democracia no comemos, sin democracia no tenemos libertad. Decir que el venezolano no saldrá a protestar es subestimarlo", señaló el lunes el opositor, que según Datanálisis tiene 40,9% de popularidad, cuando reiteró su llamado a la marcha.
(Reporte de Vivian Sequera y Mayela Armas, editado por Gabriela Donoso)