Miles de migrantes rezagados en territorio mexicano se enfrentan a una creciente vulnerabilidad frente al crimen organizado, que ha intensificado el reclutamiento forzado y los secuestros para involucrarlos en su maquinaria de violencia. Ciudad de México, 23 de noviembre (SinEmbargo).- Los migrantes han estado históricamente expuestos a múltiples peligros en su paso por México. En los últimos años, este tránsito se ha complejizado, no sólo por el aumento y la diversidad de nacionalidades de las personas que recorren el territorio, sino porque ahora son secuestrados por el crimen organizado que los obliga a participar en el tráfico de drogas o la trata de personas.
“Los cárteles, como los Zetas o el de Sinaloa, comenzaron a utilizar a los migrantes como medio de transporte para el tráfico de drogas, armas y, en algunos casos, personas. Desde 2010 hasta la fecha, esta dinámica ha crecido y se ha convertido en un verdadero problema humanitario”, explicó el investigador Gerardo González Figueroa, del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) a SinEmbargo.Apenas el pasado 9 de noviembre, al menos 71 personas migrantes, entre ellas 19 menores de edad, que se encontraban retenidos en una vivienda en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, fueron rescatados tras un operativo implementado, según informó la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO).
En junio, por ejemplo, también se dio a conocer que ocho personas migrantes, entre ellas una menor de edad, fueron rescatadas en medio de una balacera entre las autoridades y los presuntos secuestradores que habían privado de la libertad a las personas que fueron localizados en una casa ubicada en el municipio de Tierra Blanca, Veracruz.
Otro ejemplo es el secuestro masivo de migrantes ecuatorianos –es un caso que cobró relevancia en México, luego de que la organización 1800 migrantes dio a conocer el 12 de abril pasado denunció que 95 migrantes ecuatorianos en Chiapas fueron secuestrados.
De acuerdo con su portavoz, William Murillo, las víctimas fueron retenidas en una casa de seguridad usada por redes de tráfico de personas y eran marcados con sellos en los brazos según el grupo al que “pertenecían”. Los captores exigieron rescates a las familias, enviando videos violentos como advertencia.
La organización señaló en ese momento que, además de los 95 ecuatorianos, había 10 personas más de otras nacionalidades, incluidos cubanos y haitianos. En ese mismo mes, cinco días después, la misma organización 1800 migrante denunció que en Ciudad Juárez, otros 25 migrantes más habrían sido secuestrados igualmente.
Un tráiler del que fueron rescatados 27 migrantes en Ciudad Juárez, Chihuahua. Foto: SSPM Un testimonio recopilado por el medio ecuatoriano Primicias expone cómo migrantes secuestrados en México pueden ser vendidos a los cárteles. Gonzalo, un ecuatoriano que viajaba hacia Estados Unidos, de acuerdo con el medio ecuatoriano, fue detenido por presuntos policías que lo entregaron al Cártel de Juárez, quienes luego los vendieron al Cártel de Sinaloa. El migrante, de acuerdo con su testimonio, fue retenido junto a otros y obligado a pedirle a su familia cuatro mil dolores a cambio de su liberación.
“El secuestro, desaparición y masacres de personas migrantes, algunas con necesidades de protección internacional, en Tamaulipas y otras regiones del país no han cesado en más de una década”, alertaron en un comunicado las organizaciones Fundación para la Justicia, Sin Fronteras e Instituto para las Mujeres en la migración a inicios de añoLas organizaciones civiles destacaron el incremento de tráfico y secuestro de migrantes; denuncia sustentada con datos de tres distintos informes. “El Informe Especial Sobre los Casos de Secuestros en contra de Migrantes» del 19 de junio de 2009, donde se documentaron 9,758 casos de tráfico y secuestros de personas migrantes.
Para febrero de 2011, el «Informe Especial Sobre Secuestros de Migrantes en México», de 22 de febrero de 2011, reportó 11,333 víctimas. Y, por último, el Informe Especial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sobre el estado que guarda el tráfico y el secuestro en perjuicio de personas migrantes en México 2011-2020 reporta que “más de 70 mil personas han sido víctimas de tráfico y secuestro en México.
Los migrantes están expuestos al constante riesgo de ser secuestrados. Foto: Matías Delacroix, AP MIGRANTES VINCULADOS Y DETENIDOS TRAS DELITOS DE ALTO IMPACTO
Tras el ataque registrado el pasado 24 de octubre a elementos policiacos en Tecpan de Galeana, Guerrero, han sido detenidos en total 21 personas vinculadas al ataque, de las cuales 16 son personas extranjeras originarias de Guatemala y una más de El Salvador.
La detención de varios migrantes guatemaltecos vinculados en Guerrero ha reavivado el debate sobre la relación entre migración y crimen organizado.
Para el investigador Gerardo González, la visibilización o mayor notoriedad de migrantes detenidos en eventos delictivos o encontrados entre las víctimas de hechos violentos relacionados con el crimen organizado refleja el impacto del reclutamiento forzado, donde las organizaciones criminales aprovechan la necesidad económica y la indefensión de los migrantes para cooptarlos.
“En todos los lugares donde hay migrantes el mayor peligro es que sean capturados, ‘levantados’ que sería el término por parte del crimen organizado y ha hecho que desgraciadamente nuestro país se venga convirtiendo en una lamentable y horrible fosa precisamente por el asesinato, levantamiento, que les quitan dinero, que los extorsionan y que se ha ido complejizando”, indicó el especialista.En Chiapas, uno de los puntos más críticos de tránsito migratorio, las organizaciones criminales controlan gran parte del territorio, especialmente en las zonas que van desde Tapachula hasta Oaxaca.
“En la ruta que va desde los puntos fronterizos que están en Chiapas –recordando que Chiapas es una frontera porosa – y todo el traslado que es el Pacífico, todo el tramo que va de Tapachula a Arriaga y de ahí a Oaxaca a Veracruz, es un tramo que durante mucho tiempo fue utilizado por grupos delincuenciales que secuestraban y los ponían incluso a elaborar la materia prima para para las drogas. La cúspide por llamarlo de alguna manera es el descubrimiento de esta fosa en san Fernando en Tamaulipas, pero eso no paró”, abundó el investigador.El investigador asegura que el modus operandi de los criminales es insidioso; los grupos de la delincuencia, de acuerdo con el investigador, operan principalmente durante la noche, cuando los migrantes intentan descansar o buscar refugio, para secuestrarlos y forzarlos a trabajar en actividades ilícitas, como el tráfico de drogas o la extorsión.
“El crimen organizado inmediatamente los identifica: muchos están en la calle, muchos están en lugares donde la iglesia y la sociedad civil los puede proteger, pero la gran mayoría no, porque la gran mayoría lo que espera es una especie de salvoconducto o un papel que demuestre que el gobierno les ha prometido algo. Sin embargo, esto lleva muchas largas. A mí me tocó verlo en Tapachula, incluso la corrupción de los papeles. Incluso, en el camino los detienen y, aunque lleven un papel legal, la policía ministerial o municipal, con tal de corromper, rompe los papeles, etcétera. Es decir, lo que hay que señalar es que el tránsito de los migrantes en territorio mexicano se da en un contexto de vulnerabilidad altísima, ¿verdad? Porque pueden llevar salvoconductos o el permiso para llegar hasta la frontera norte, pero si se enfrentan a estas redes de corrupción (soldados, Guardia Nacional, migración corruptos), ya hasta ahí llegó su posible viaje. O, si pagan una cuota, el viaje va a llegar hasta donde les permita su propia economía”, abundó el académico.Un informe sobre fraude y extorsión presentado por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) en marzo pasado revela que el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) usa a personas migrantes secuestradas para cometer estafas telefónicas y por Internet.
“Las estafas cometidas por víctimas de la trata de personas siguen siendo un fenómeno delictivo creciente. La operación Turquesa V, coordinada por INTERPOL, reveló que cientos de víctimas eran transportadas fuera de la región después de haber sido atraídas a través de aplicaciones de mensajería y plataformas de medios sociales, y a continuación eran obligadas a cometer estafas de inversión o de tipo pig butchering. Se empieza a hacer patente que grupos delictivos latinoamericanos como el Commando Vermelho, el Primeiro Comando da Capital (PCC) y el cartel de Jalisco Nueva Generación también están involucrados en este tipo de delitos”, señala el boletín de la Interpol sobre su informe “Evaluación Global del Fraude Financiero”.Un grupo de migrantes descansa frenta a un local de pintura en Tapachula, México, el domingo 27 de octubre de 2024. Foto: Matías Delacroix, AP El especialista Gerardo González consideró que uno de los factores que puede estar generando el incremento de los secuestros de migrantes por parte del crimen organizado es el rezago de los migrantes en su ruta hacia el norte.
Según González Figueroa, las caravanas que cruzan México se están retrasando cada vez más frente a la falta de soluciones efectivas de transporte y a la escasez de albergues y refugios donde los migrantes puedan descansar de manera segura.
“Cada vez hay mayor número de migrantes que, por lo tanto, se van rezagando. Por ejemplo, en San Cristóbal nunca veíamos migrantes en las calles; los veíamos en Arriaga, hacia Oaxaca, pero ya tienen varios años que colombianos, venezolanos, cubanos, haitianos están en las calles. Y están en las calles hoy en día. Sobre todo, hay que tomar en cuenta que el territorio de Chiapas, aunque no le guste al gobierno decirlo, está controlado por el narco. Tienes tramos que van desde Tapachula a Arriaga, tienes tramos que van, por ejemplo, de Frontera Comalapa hasta Cintalapa; tienes tramos que van de Ocosingo y salen por Palenque hacia Tabasco, prácticamente a los Altos incluso de Chiapas. Prácticamente todos esos territorios están controlados. ¿Por quién? Por el narco. Imagínense cuando pasan miles, sí, pues decenas de miles, porque son muchísimos los migrantes que hoy vemos”, dijo.Uno de los aspectos que también pone en mayor vulnerabilidad a los migrantes es la falta de denuncia de los migrantes, ya sea por falta de confianza en las autoridades, por temor a represalias o por falta de conocimiento de la existencia del Mecanismo de apoyo Exterior, o por su misma condición de movilidad.
La organización Fundación Justicia destacó desde enero que “pese a la gran dimensión del problema, la Unidad de Investigación de Delitos Para Personas Migrantes de la Fiscalía General de la República (FGR) sólo tiene registro de 38 denuncias por el delito de secuestro contra personas migrantes, entre 2016 y 2022, mientras que la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación registró, entre enero y noviembre de 2023, 94 casos de secuestro, con base en estadísticas levantadas entre las personas migrantes que son detenidas por el Instituto Nacional de Migración (INM), lo que refleja el subregistro de casos y la falta de visibilización de una problemática endémica”.
Con la llegada de Trump al poder y sus nuevas políticas de deportación masiva, se prevé un aumento en las tensiones migratorias y un posible incremento del rezago de migrantes en el país.
“Un discurso beligerante no es para tomarlo a la ligera. Ya vimos lo que hizo Trump en su primer periodo, entonces no se espera, en ese escenario, partiendo de lo general, no esperamos cosas buenas. Pensamos que viene un incremento de la expulsión, un incremento de la criminalización y un incremento de una relación muy tortuosa entre México y Estados Unidos. Eso, en términos generales. Pero lo particular es seguir hablando en un mundo como el que estamos viviendo, en donde las personas no puedan moverse, más allá de la libertad de movilidad, sino de la seguridad de movernos. Lo que no estamos valorando es que, en la medida en que el crimen organizado controla territorios, atenta contra nuestra seguridad como ciudadanos. […] Si una gente de Colombia o de Venezuela pasa por nuestros territorios, lo ideal es que pase en cuestiones de libertad y seguridad. El país mismo, por derecho, por humanidad, debe proteger a estas personas, porque ya de por sí son vulnerables”, expresó.El incremento de migrantes, a raíz de las caravanas, también ha generado un aumento en sus riesgos. Foto: Edgar H. Clemente, AP No obstante, el especialista destacó que, en términos de migración, México –un país con una tradición histórica de asilo y solidaridad – está frente a un debilitamiento de esta identidad solidaria en el país, debido a la indiferencia social y la complicidad de sectores que ven en los migrantes una oportunidad para lucrar.
“Pero, más allá de esas especulaciones, lo que sí es real es que los grupos vulnerables que van en movilidad buscando mejores oportunidades, el país, nuestro país, como fue una vieja historia de asilo, una vieja historia, digamos, solidaria. Creo que estamos en un momento grave de poderla perder, porque mucha gente tiene miradas hacia arriba, instituciones, digamos, represivas ( ejército) , pero estamos olvidando que también nosotros, como sociedad, somos muy importantes. […]Pero hay, parece, en la sociedad, a veces hay, no pocos, sino muchos verdugos que son colaboradores del crimen organizado, que ven a estos grupos vulnerables como una manera incluso hasta de extorsión, de sacarles dinero», explicó.
«Y creo que ese es un fenómeno que también habría que analizar a corto plazo. ¿Por qué? Porque los impactos que está teniendo esta movilidad nos está cambiando, y no nos está cambiando para bien. Por ejemplo, de lugares que se convirtieron en una expresión pluricultural, empiezan a perder, desgraciadamente, esa riqueza solidaria. Y cuando un país, desde mi lectura, pierde riqueza solidaria, está perdiendo identidad”, concluyó.
A pesar del panorama sombrío, González Figueroa también señala que existen alternativas para mitigar la violencia contra los migrantes. Una de ellas es mejorar la coordinación entre México y los países de origen de los migrantes para ofrecer soluciones más ordenadas y seguras.
“Es necesario crear políticas públicas que incluyan censos de migrantes y que faciliten su tránsito de manera más segura. Debemos trabajar en un sistema de protección humanitaria que permita a los migrantes llegar a sus destinos sin caer en las redes del crimen organizado”, concluye.