Hezbolá lanzó a primera hora del domingo una andanada de cohetes y aviones teledirigidos hacia Israel, lo que provocó una enérgica respuesta del ejército israelí, que desplegó un centenar de aviones para atacar objetivos en Líbano.
Este intercambio marca uno de los periodos más intensos de conflicto a lo largo de la frontera en más de 10 meses.
Los cielos de la madrugada estuvieron marcados por las estelas de los misiles, con las sirenas antiaéreas sonando en Israel y las explosiones iluminando el horizonte. También se observó humo elevándose por encima de las casas en la región de Khiam, en el sur de Líbano.
El domingo por la noche, se oyeron más sirenas en Rishon Letsiyon, en el centro de Israel, cuando las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) informaron de que un proyectil había cruzado desde el sur de la Franja de Gaza, aterrizando en una zona abierta. El brazo armado de Hamás reivindicó el lanzamiento de un cohete "M90" hacia Tel Aviv.
La reciente violencia, que se está produciendo simultáneamente con el conflicto de Gaza, ha suscitado preocupación por la posibilidad de un conflicto regional más amplio en el que podrían participar Irán, partidario de Hezbolá, y Estados Unidos, aliado de Israel.
Hasta el momento, se han producido tres muertos en Líbano y uno en Israel. Ambas partes se han mostrado reacias a una mayor escalada de la situación, pero también han indicado su disposición a llevar a cabo más ataques si fuera necesario.
El líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, declaró que los ataques del grupo eran una represalia por el asesinato del alto comandante Fuad Shukr el mes pasado y que se ejecutaron "según lo planeado".
Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de nuevas acciones, diciendo: "si el resultado no es suficiente, nos reservamos el derecho a responder en otra ocasión." Por parte israelí, el Primer Ministro Benjamin Netanyahu no declaró el fin del conflicto, afirmando: "Este no es el final de la historia".
Los canales diplomáticos han transmitido mensajes entre ambas partes, que sugieren un deseo mutuo de evitar una nueva escalada, en el entendimiento de que el reciente intercambio "ya estaba hecho".
Las tensiones habían ido en aumento desde que el mes pasado un ataque con misiles en los Altos del Golán, ocupados por Israel, causó 12 muertos, y el posterior asesinato israelí de Shukr en Beirut. Hezbolá había pospuesto su respuesta para permitir las negociaciones de alto el fuego y había dirigido su ataque para evitar una guerra a gran escala, según un responsable de Hezbolá.
En una demostración de fuerza, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ordenó la presencia de dos grupos de ataque de portaaviones en Oriente Próximo, y el general C.Q. Brown llegó a Israel para mantener conversaciones con los jefes militares.
Mientras tanto, en la ciudad de Gaza, los ataques aéreos israelíes causaron al menos cinco víctimas palestinas a primera hora del lunes. Las conversaciones sobre el alto el fuego celebradas en El Cairo aún no han dado lugar a un acuerdo, ya que ni Hamás ni Israel han aceptado los compromisos propuestos. Un alto funcionario estadounidense calificó las conversaciones de "constructivas" y anticipó su continuación en los próximos días.
Según Nasralá, Israel inició ataques aéreos antes de la andanada de Hezbolá, a los que Netanyahu se refirió como acciones "preventivas" que frustraron un ataque de mayor envergadura. A pesar de ello, Nasrallah afirmó que su impacto fue mínimo. Netanyahu afirmó que todos los drones que apuntaban a un lugar estratégico en el centro de Israel fueron interceptados.
Líbano sufrió uno de sus bombardeos más intensos desde el inicio de las hostilidades en octubre, con al menos 40 ataques israelíes contra varias ciudades del sur. Estos ataques causaron la muerte de dos combatientes de Hezbolá en al-Tiri y de un combatiente de Amal en Khiam. Las IDF confirmaron la muerte de un soldado naval y heridas a otros dos.
En respuesta a la escalada de la situación, se suspendieron temporalmente los vuelos hacia y desde el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv y Beirut, lo que provocó retrasos de pasajeros.
En todo el norte de Israel se oyeron sirenas de advertencia y explosiones mientras el sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro contrarrestaba los cohetes procedentes del sur de Líbano. La Casa Blanca ha expresado su apoyo al derecho de Israel a la autodefensa y su compromiso con la estabilidad regional. El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, pidió el retorno inmediato al cese de hostilidades, haciéndose eco de las preocupaciones de Egipto y Jordania.
Reuters colaboró en la elaboración de este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.