SANTIAGO, 19 abr (Reuters) - El jefe de la Iglesia Católica en Chile, Ricardo Ezzati, dijo el jueves que un obispo acusado de encubrir abusos sexuales debe renunciar "sin duda alguna", en una postura que apuntaría al cambio de rumbo que pidió el Papa Francisco en una reciente carta al clero local.
Aunque la salida del cuestionado obispo de la sureña ciudad chilena de Osorno, Juan Barros, es una decisión que corresponde al Sumo Pontífice, el cardenal Ezzati admitió que su alejamiento es necesario por el bien de la iglesia en el país sudamericano.
"A mi juicio, sin duda alguna (que Barros debe dar un paso al costado) por el bien del pueblo de Dios. Yo no soy juez para decir si él encubrió o no, pero el pueblo de Dios pide de parte de él la disponibilidad (de dimitir al cargo)", dijo Ezzati a periodistas.
Barros es señalado por supuestamente ocultar abusos cometidos por su mentor, el sacerdote Fernando Karadima. El caso Karadima sacudió a Chile y varios grupos en el país protestaron por la decisión del Papa Francisco de nombrar a Barros obispo de Osorno en 2015.
El obispo ha negado las acusaciones de proteger a Karadima, pero su caso escaló al punto que opacó la visita del Papa a Chile en enero. En esa ocasión, Francisco defendió enérgicamente la inocencia de Barros.
En un intento por esclarecer el caso, el Papa envió en febrero a Chile al arzobispo Charles Scicluna para recabar información entre las víctimas de Karadima.
Scicluna emitió un posterior informe a Francisco, quien envió una carta a la cúpula de la iglesia chilena en que reconoció errores de percepción sobre las acusaciones contra Barros "por la falta de información veraz y equilibrada".
Pero Ezzati aclaró que ni él o la Conferencia Episcopal han engañado al Papa con información errónea sobre el caso.
"Desde lo más hondo de nuestra conciencia y de mi conciencia, quienes hayan cometido esta falta necesitan reconocerla, arrepentirse y reparar el mal", dijo Ezzati tras participar en una reunión con presbíteros de la arquidiócesis de Santiago para discutir la carta del Papa.
En la misiva, Francisco convocó a los obispos locales a una reunión en Roma en mayo para comunicar sus conclusiones sobre la investigación que ordenó acerca de Barros y otros casos de abusos sexuales a menores por parte de miembros del clero en Chile. (Reporte de Antonio de la Jara, redacción Santiago, Editado por Juana Casas)