Por Alan Baldwin
SPIELBERG, Austria, 19 jun (Reuters) - Por muy buena que sea la fiesta al competir como locales, Red Bull estará lejos del optimismo cuando la Fórmula 1 aterrice en Austria en busca de emoción este fin de semana.
La pasada temporada, cuando el circuito austríaco de Spielberg volvió al calendario tras 11 años de ausencia, la escudería local entusiasmó a los aficionados ganando en Canadá con el australiano Daniel Ricciardo.
Esta vez, con la seguridad de que sus dos pilotos recibirán sanciones en las próximas carreras por incumplir las normas en la asignación de motores, el panorama será más pesimista en el ambiente alpino de la localidad austríaca.
Ni Ricciardo, cuya permanente sonrisa se ha puesto a prueba esta temporada, ni su compañero ruso Daniil Kvyat se han acercado a ganar, y los antiguos campeones, actualmente en cuarta posición del mundial de constructores, no han dudado a la hora de culpar a sus motores Renault.
Mercedes ha ganado seis de las siete carreras que se han disputado y se ha hecho con la pole en todas ellas, con el doble campeón del mundo Lewis Hamilton y su rival por el título, su también compañero Nico Rosberg, de nuevo como claros favoritos.
"Desafortunadamente, el Red Bull Ring es un circuito muy intenso, así que no estaremos a la cabeza", dijo el asesor de deportes de motor Helmut Marko en la página oficial del mundial de Fórmula 1. "Pero aunque nuestros pilotos difícilmente se subirán al podio este año, los aficionados tendrán entretenimiento en estado puro", añadió el austríaco.
La F1 podría apañarse con eso, después de que la última carrera en Montreal fuera una extraña decepción, y las 24 Horas de Le Mans atrajesen a una cifra récord de público de 263.500 espectadores para presenciar una prueba de resistencia que está ganando popularidad.
Niko Hulkenberg, de Force India, que ganó Le Mans con sus compañeros de Porsche Earl Bamber, de Nueva Zelanda, y el británico Nick Tandy, puede esperar mucha atención sobre él cuando vuelva a su trabajo habitual.
Aunque su coche corre con un motor Mercedes, y su compañero Sergio Pérez logró marcar la vuelta más rápida el pasado año, Force India seguirá estancada donde está hasta el debut de su próximo chasis mejorado en el circuito de Silverstone el próximo mes.
Mercedes, con Hamilton 17 puntos por delante de Rosberg y buscando su quinta victoria de la temporada, espera ser quien marque el ritmo.
"Me siento bien, hice una buena carrera en Austria el año pasado y mi clasificación ha sido mejor este año, así que planeo llegar e intentar revertir la derrota que sufrí el año pasado", dijo Hamilton, que necesita una pole más para igualar su registro de 2014.
Williams, que dominó la primera línea de la parrilla el año pasado con el brasileño Felipe Massa junto a Valtteri Bottas, puede aspirar a pelear un puesto en el podio con Ferrari.
"La atmósfera va a ser genial, estoy seguro", dijo Botas, tercero en Montreal. "Con las mejoras que hemos traído, espero otro gran fin de semana". (Traducido por Gabriel Sánchez en Madrid)