En una significativa escalada de las hostilidades, Rusia ha desplegado este viernes material militar adicional, incluidos tanques, artillería y sistemas de cohetes, en su región meridional de Kursk. Este movimiento se produce mientras las fuerzas rusas se enfrentan a una inesperada ofensiva del ejército ucraniano, que al parecer ha tomado el control de una ciudad cercana a la frontera entre ambos países.
Un vídeo difundido por las fuerzas ucranianas parece mostrarlas al mando de una estación de medición de gas operada por Gazprom (MCX:GAZP) en la ciudad de Sudzha, lo que supone la primera confirmación visual por parte de Ucrania de la presencia de sus tropas en la región de Kursk. Un soldado que aparece en el vídeo afirma: "La ciudad está controlada por las Fuerzas Armadas de Ucrania, la ciudad está en calma, todos los edificios están intactos", subrayando la importancia estratégica de la instalación de Gazprom que ahora está bajo el control del batallón ucraniano. Reuters no ha podido verificar de forma independiente la autenticidad del vídeo, y el Estado Mayor del ejército ucraniano no ha hecho comentarios sobre la operación.
En medio de estos acontecimientos, las imágenes de las redes sociales verificadas por Reuters revelaron una fila de aproximadamente 15 camiones militares rusos destruidos en una carretera de la región de Kursk, algunos de ellos con restos de soldados. El gobernador en funciones de Kursk, Alexei Smirnov, informó del impacto de restos de drones en una subestación eléctrica de Kurchatov, lo que provocó un corte temporal del suministro eléctrico. Kurchatov alberga una de las mayores centrales nucleares de Rusia, situada a unos 56 kilómetros de la frontera. El director del Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU ha hecho un llamamiento a la moderación debido a la proximidad del conflicto a la instalación nuclear. Funcionarios rusos en Viena informaron al OIEA de que se habían descubierto restos, posiblemente de misiles derribados, aunque ninguna prueba sugería un ataque contra la propia central.
La incursión ucraniana, que comenzó el martes, ha cogido por sorpresa a las fuerzas rusas, invirtiendo la tendencia anterior de lentos avances rusos en el este de Ucrania. Las autoridades rusas han declarado el estado de emergencia federal en Kursk, y los políticos, así como los militares, están describiendo la situación como una "invasión" ucraniana, un término que llega más de dos años después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia.
El Ministerio de Defensa ruso ha declarado que sus fuerzas "siguen repeliendo un intento de invasión de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el territorio de la Federación Rusa". Se están enviando a la región refuerzos, incluidos sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes Grad, artillería y tanques. El Ministerio también difundió imágenes que supuestamente mostraban a un avión no tripulado ruso destruyendo un tanque y un obús ucranianos cerca de Sudzha, cuya ubicación fue verificada por Reuters.
Por parte ucraniana, el presidente Volodymyr Zelenskiy ha guardado un amplio silencio sobre la operación, pero ha elogiado la capacidad de "sorpresa" del ejército y ha reconocido la captura de militares rusos para futuras negociaciones. Además, Estados Unidos ha anunciado un nuevo paquete de ayuda de 125 millones de dólares para Ucrania, que Zelenskiy ha acogido como "vital" para contrarrestar los ataques rusos.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que las fuerzas ucranianas habían sufrido importantes pérdidas, incluyendo hasta 945 soldados y 102 vehículos blindados, durante los combates en Kursk. Sin embargo, Reuters no pudo confirmar estas cifras. El Instituto para el Estudio de la Guerra señaló que las fuerzas ucranianas habían avanzado rápidamente, y fuentes rusas no verificadas informaron de que las tropas ucranianas se habían alejado hasta 22 millas de la frontera.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.