CIUDAD DE MÉXICO, 18 ene (Reuters) - El Senado mexicano nombró el viernes a un aliado del presidente Andrés Manuel López Obrador como nuevo fiscal general para los próximos nueve años, generando cuestionamientos sobre la independencia con la que podría desempeñar el cargo.
Con una abrupta mayoría, el pleno de la Cámara Alta -controlada por el partido en el gobierno, Morena, y sus aliados-, eligió a Alejandro Gertz, un abogado de 79 años, para asumir el nuevo puesto, que reemplaza al anterior cargo de procurador general.
Gertz, quien fue asesor de seguridad de López Obrador durante la campaña electoral de 2018, se desempeñaba como encargado de despacho de la fiscalía desde que el presidente asumió el cargo el 1 de diciembre.
El nuevo rol fue creado bajo la administración anterior en un intento por fortalecer el sistema de justicia de México. Sin embargo, las disputas sobre las reglas necesarias para desarrollar el nuevo marco habían impedido que se llenara el puesto.
Los críticos aseguran que a pesar de las modificaciones no estaba garantizada la autonomía del nuevo fiscal.
"Cambió el nombre de la institución, pero sigue la dependencia del ejecutivo", dijo en una conferencia de prensa Gustavo de Hoyos, presidente de Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Gertz, quien se desempeñó como Secretario de Seguridad Pública durante el sexenio del expresidente Vicente Fox, se comprometió a ser transparente y responsable durante una audiencia con senadores esta semana. (Reporte de Noé Torres)