Editorial
En la semana, la atención de los mercados financieros globales estuvo enfocada en dos temas: los operadores han intensificado sus apuestas y empezado a descontar dos subidas de la tasa de interés de fondeo de la FED el próximo año para poner freno a una inflación que se sitúa en su nivel más alto en 30 años, así como el resurgimiento de los casos de Covid-19 en el mundo, con la preocupación por el surgimiento de una variante con potencial a ser más contagiosa y letal.
Por su parte, destacó el hecho de una liberación coordinada de las reservas de petróleo de Estados Unidos, Japón, India, Corea del Sur, China y el Reino Unido como medida para contener el precio del crudo. En México, lo más relevante fue todo lo relativo a la incertidumbre generada con respecto a quién será el nuevo gobernador de Banxico, la cifra que mostró una contracción del PIB del 3T mayor a lo reportado originalmente y el dato de inflación durante la primera quincena de noviembre que alcanzó su nivel más alto en 20 años.
Entre los operadores, crecen las apuestas de un endurecimiento de la política monetaria por parte de la FED para el 2022. Los precios de los activos poco a poco siguen incorporando la posibilidad de que el próximo año la autoridad estadounidense suba por lo menos dos veces la tasa de interés de fondeo.
En este sentido, las actas de la última reunión de la FED parecen mostrar a un banco central cada vez más preocupado por el aumento de los precios y su efecto en la economía estadounidense. El principal mensaje que transmitieron las minutas es que quisieron dejar muy en claro que existe una flexibilidad sobre el tapering, con la posibilidad de acelerarlo (o reducir) el ritmo de disminución de la compra de activos en cada una de las siguientes reuniones. También contribuyó a esta especulación de subidas de tasas la selección de Jerome Powell para un 2o período al frente de la FED.
Por su parte, se registran renovadas preocupaciones en torno a la pandemia del Covid-19, especialmente por la alarma ante una nueva variante detectada en Sudáfrica, con “numerosas mutaciones” y potencial para ser más contagiosa. Como es una costumbre, los inversionistas sobre reaccionan y están claramente especulando que una rápida propagación de una cepa Covid más brutal podría descarrilar una vez más la economía global.
Las dudas se acrecientan porque los operadores no saben si las acciones pueden soportar otro golpe económico con menos apoyo de los bancos centrales, ya que éstos tendrían que lidiar con una lucha dual que se está intensificando en ambos frentes: la inflación al alza y las preocupantes noticias sobre la pandemia.
El problema es que no pueden utilizar las mismas herramientas para combatir la inflación y la desaceleración económica. La nueva variante llega mientras los niveles de infección siguen siendo altos en países de todo el mundo. En Europa, Austria, Italia y Portugal han anunciado en los últimos días nuevas restricciones para frenar la propagación del virus. La imposición de mayores restricciones a la movilidad llegaría a las puertas de la campaña navideña, una época determinante para el consumo y justo en un momento en el que los indicadores macroeconómicos han empezado a evidenciar una ralentización de la economía.
Por otro lado, en la semana continuó hablándose de la moneda de Turquía. La lira tuvo una jornada con un retroceso histórico de 14% en un día, para ubicarse en su peor nivel histórico. La caída se debe a la insistencia del presidente Recep Tayyip Erdogan en mantener bajos las tasas de interés de su nación a pesar de la subida descontrolada de los precios. No se descartan anuncios de potenciales intervenciones de las autoridades turcas para contener la fuerte depreciación de su divisa. Esta situación genera efectos contagios negativos en otros mercados, sobre todos de monedas emergentes, incluido el peso mexicano.
En México, la noticia relevante fue la incertidumbre generada en torno a quién será el gobernador de Banxico a partir de 2022, justo en un momento en que la inflación durante la primera quincena de noviembre repuntó a un máximo de 20 años por arriba del 7.0%.
El presidente López Obrador retiró la nominación de Arturo Herrera (ex secretario de Hacienda) y declaró que Victoria Rodríguez, actual subsecretaria de Egresos en la Secretaría de Hacienda, será la nueva propuesta para dirigir el banco central mexicano. Inicialmente, la reacción del mercado cambiario a este anuncio fue negativa, sobre todo porque Rodríguez no era considerada una de las principales aspirantes a dirigir Banxico y el mercado no está familiarizado con sus posturas en materia de política monetaria.
En este sentido, tratando de tranquilizar al mercado cambiario, Rodríguez publicó un video en el que se compromete a cumplir la función establecida en el marco normativo, combatir la inflación, no tocar las reservas internacionales y respetar la autonomía del banco. Mientras se cumplan con esos compromisos, el episodio no pasará de ser una elección controversial como las ha habido a lo largo de las distintas administraciones públicas, sin que se traduzca en un evento de consecuencias negativas para la autoridad monetaria y el país. El Senado podría votar esta semana la aprobación de su nombramiento.
En materia económica, la contracción del PIB de México durante el tercer trimestre del año fue mayor a lo reportada hace unas semanas en la estimación oportuna. El rebote económico ha perdido fuerza en los últimos meses y con ello hemos corregido nuestra expectativa de crecimiento para todo 2021 a 5.7%, con posibilidad de mayor corrección dependiendo de los datos económicos de octubre. Las mayores inconvenientes se reflejarán el próximo año donde las condiciones internas y externas dificultarán expansiones del PIB por arriba del 3.0%.
El peso mexicano ha entrado en un escenario de completa especulación que lo ha llevado a cotizar en su peor nivel desde mediados de 2020, por lo que no se pueden descartar en el muy corto plazo que la presión continúe. Los futuros pasos de la FED, la nueva ola de contagios de Covid-19 con una nueva variante posiblemente más contagiosa, factores geopolíticos como lo que sucede en Turquía y la incertidumbre generada en los últimos días con relación a Banxico, son los elementos que explican que la moneda mexicana se haya presionado a su peor nivel desde marzo pasado. Conforme algunos de estos cuatro factores se comiencen a disipar/tranquilizar, la moneda recortaría parte de las pérdidas.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
Las principales referencias para los mercados financieros globales serán el testimonio de Powell en el Congreso estadounidense, el informe de empleo de EUA del mes de noviembre y todo lo relacionado al surgimiento en Sudáfrica de la nueva variante del coronavirus.
Adicionalmente, en EUA se publicará ventas pendientes de casas, confianza del consumidor del conference board, cambio en el empleo privado medido por la agencia ADP, ISM manufacturero y de servicios, libro Beige de la FED, así como las variaciones semanales en las solicitudes iniciales de desempleo.
En Europa, habrá confianza del consumidor, inflación y PMI compuesto. De China, PMIs oficiales y de Caixin.
En México, la tasa de desempleo, el informe trimestral de inflación de Banxico, así como la encuesta de Banxico a especialistas del sector privado.
En México, semana cargada de información relevante: IGAE, ventas al menudeo y sector servicios de septiembre, revisión del PIB del tercer trimestre del año, balanza comercial de octubre, balanza de pagos del 3er trimestre, inflación de la 1ra quincena de noviembre, y las minutas de la última reunión de política monetaria de Banxico.
Expectativa para el tipo de cambio
Dos temas seguirán concentrando la atención y definiendo en mayor medida la tendencia del peso mexicano: especulación sobre un posible endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales, en particular la FED, así como temores por la pandemia de Covid-19 ante el surgimiento de una nueva variante en Sudáfrica posiblemente más contagiosa que obligue a los países a establecer de nueva cuenta fuertes restricciones a la movilidad.
Sobre el primer punto, el informe de empleo de EUA y una inflación europea por encima de las previsiones podrían acrecentar las apuestas entre los operadores de que los bancos centrales deberían apresurarse a retirar los estímulos monetarios; y viceversa. También sobre el mismo punto, será relevante la comparecencia de Powell en el congreso de EUA, que si bien el tema es la respuesta del gobierno a la pandemia de Covid, seguramente será cuestionado sobre los futuros planes del banco central.
Estas apuestas contrastarían con lo que vaya surgiendo sobre la nueva variante del coronavirus. Esto es, conforme aumente la especulación de que la variante de Sudáfrica podría acarrear fuertes medidas restrictivas para reducir su propagación, se reducirían las apuestas de endurecimientos de política monetaria. Por otro lado, también será noticia la reunión de la OPEP+, con la atención puesta en probables ajustes a sus planes de incrementos de la producción de petróleo. Localmente, el informe trimestral de Banxico permitirá tener una versión actualizada de sus expectativas de inflación. Con ello, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $21.35 y $22.15 spot.
Expectativa para las tasas de interés
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar un aumento o mantenerse sin cambios; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario, podría moverse entre 7.55% – 7.85%.