La bolsa brasileña retrocedía en la sesión del miércoles tras el fuerte repunte de un 2,5% en la jornada previa.
Técnicamente, la ruptura de la resistencia de los 72.000 puntos en septiembre del 2017 ha gatillado una fuerte presión alcista en las acciones brasileñas, lo que debería llevar al Bovespa en busca del siguiente objetivo de corto plazo en torno al nivel de los 90.000 puntos.
A la baja, la zona de los 77.000 puntos representa el principal soporte de corto plazo para la tendencia alcista del Bovespa.