Las repentinas e inexplicables fugas de gas detectadas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que van de Rusia a Alemania, han hecho que suenen las alarmas de un escalamiento en las tensiones geopolíticas, no solo en el Este de Europa, sino también en Occidente con las acusaciones de que Estados Unidos podría estar involucrado en el sabotaje.
Las fuerzas armadas de Dinamarca publicaron el martes un video en el que se ve cómo las burbujas se precipitan a la superficie del mar Báltico por encima de los gasoductos, y dijeron que la mayor fuga de gas había causado alteraciones en la superficie de más de un kilómetro de diámetro. Ambos gasoductos aún contienen gas a presión, pero no están suministrando el combustible a Europa.
Los expertos descartan que se trate de un accidente debido a que cada línea del gasoducto consta de unos 100,000 tubos de acero revestidos de hormigón de 24 toneladas de peso colocados en el fondo del mar. Las tuberías tienen un diámetro interno constante de 1.1 metros y se encuentran a una profundidad de entre 80 y 110 metros, según Nord Stream.
El enfrentamiento energético por la guerra de Rusia con Ucrania detuvo los flujos a través del Nord Stream 1 e impidió el inicio de los flujos a través del paralelo Nord Stream 2. La caída del suministro de gas ruso ha hecho que los precios se disparen en Europa, donde los países han luchado por encontrar suministros alternativos de la energía utilizada para calentar los hogares, generar electricidad y hacer funcionar las fábricas.
La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó este martes que las fugas del sistema de gasoductos Nord Stream fueron causadas por "sabotaje", y advirtió una respuesta muy enérgica en caso de que la infraestructura energética europea sea atacada.
La Primera Ministra danesa, Mette Frederiksen, describió las tres fugas separadas en el Nord Stream 1 y 2 como actos deliberados, y añadió que es difícil imaginar que sea accidental.
Por su parte, desde el Kremlin aseguraron que la noticia de las fugas en el gasoducto eran muy preocupantes, según Dmitry Peskov, portavoz del gobierno ruso, y señaló que se trata de una situación por completo inédita que requiere una investigación urgente.
Poco a poco se acumulan los rumores sobre quién es el responsable del incidente, e incluso también se asoma la sospecha de Estados Unidos.
El exministro de Defensa polaco, Radek Sikorski, acusó a Washington del sabotaje escribiendo "Gracias, Estados Unidos" en su cuenta de Twitter. Esto generó fuertes críticas porque Sikorski fue ministro de Defensa y de Asuntos Exteriores de Polonia y ejerce actualmente como estadista distinguido en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y como investigador principal en el Centro de Estudios Europeos de Harvard.
En respuesta, el secretario de Estado de Polonia, Stanisław Żaryn, denunció en Twitter la afirmación de Sikorski como propaganda rusa, calificándola de campaña de desprestigio contra Polonia, Estados Unidos y Ucrania, lo cual pone en peligro la seguridad de su país.
La acusación ha tomado fuerza debido a que en febrero de este año el presidente Joe Biden prometió impedir que Nord Stream 2 entrara en funcionamiento si Rusia invadía Ucrania.
"Si Rusia invade", dijo Biden, "entonces ya no habrá Nord Stream 2. Le pondremos fin".
Reportero: "¿Pero cómo lo hará, exactamente, ya que... el proyecto está bajo el control de Alemania?"
Biden: "Le prometo que podremos hacerlo", contestó.
¿EU busca guerra nuclear con Rusia?
Como suele suceder en este tipo de actos condenables, es muy probable que la autoría real nunca se conozca pero que pase a segundo plano. Con dos grandes bandos en guerra sobre el escenario ucraniano, cada una de las partes sacará el provecho según le convenga y se cruzarán acusaciones mutuas.
El mayor peligro en estos momentos es que el presidente ruso Vladímir Putin bajo el pretexto del ataque al sistema Nord Stream o cualquier otro, cumpla sus amenazas de recurrir a armas nucleares si así lo considera necesario, pero la duda quedará también sobre si no fue Washington quien alentó todo este conflicto desde el principio.
Ahora bien. Es evidente que la invasión a Ucrania – en la que ha perdido los territorios ganados más rápido de lo que los ganó-, no resultó como lo esperaba Rusia, y ante la inminencia de la derrota puede esperarse cualquier cosa del señor Putin, hasta poner en peligro a la humanidad.
Ojalá que no ocurra, pero lo cierto, es que los únicos que pueden ponerle un el alto serían los propios ciudadanos rusos. ¿Podrán lograrlo? Se ve muy complicado.