Empezó la semana con una baja en la perspectiva de la calificación crediticia de Estados Unidos, de Estable a Negativa por parte de la calificadora Moody’s, manteniendo su calificación de emisor de largo plazo y senior no garantizada en AAA.
La baja en la perspectiva deja abierta la posibilidad de que Estados Unidos pierda la máxima calificación de AAA que ahora tiene con esta calificadora si aumentan los riesgos fiscales y los elevados niveles de deuda.
La noticia no tuvo grandes repercusiones en Wall Street, ya que los tres principales índices cerraron mixtos con cambios moderados. El Dow Jones ganó 0.16%, el S&P-500 perdió 0.08% y el Nasdaq cayó 0.22%. Sin embargo, los tres índices se mantuvieron por encima de sus respectivos promedios móviles de 100 días, a la espera de los datos de la inflación de octubre que darán a conocer en Estados Unidos.
El consenso del mercado estima un crecimiento de 0.1% para la inflación general (IPC), que la llevaría a 3.3% anualizada, por debajo del 3.7% que registró el pasado mes de septiembre. Sin embargo, para la subyacente, el consenso estima un crecimiento de 0.3% que dejaría en 4.1% anualizado, similar al del mes previo.
Un buen resultado de la inflación podría reactivar la tendencia ascendente de los mercados, aunque persistirá la incertidumbre de un posible cierre del gobierno, ya que el acuerdo temporal que se logró vence el viernes 17 de noviembre.
En México, el índice S&P/BMV IPC empezó la semana con una pérdida de 0.33%, al cerrar en 51,092 unidades, quedando dentro del rango lateral que empezó la semana pasada, mientras que sus principales indicadores técnicos se mantienen mixtos.
En el mercado de divisas, el tipo de cambio cerró en $17.59, con ganancia de 0.32%.