Muchos proscribieron a Bitcoin tras el último mercado bajista, que se prolongó durante más de un año: la criptomoneda original se desplomó más de 70% desde su máximo de USD 64.600 en noviembre de 2021, cayendo hasta la insignificante cifra de USD 16.590, registrada en el día de Año Viejo de 2022. Ante la presión regulatoria global y las preocupaciones de seguridad tras la caída del Silicon Valley Bank y FTX, se rumoraba que estábamos ante el inicio de un largo y arduo invierno cripto, y que pasarían años antes de que se alcanzasen nuevos máximos. Transcurridos doce meses y habida cuenta de algunos cambios, hemos ya sido testigos de cómo BTC coronaba nuevas cumbres después de un año de ganancias continuas y escalonadas. En efecto, Bitcoin logró elevarse hasta un máximo absoluto de USD 68.834 el 5 de marzo, para inmediatamente retroceder más de 10 %; y a continuación, consolidarse en torno a su actual nivel de USD 67.089 el 6 de marzo.
Son varios los factores que han impulsado la revalorización de Bitcoin, la cual, a su vez, ha generado un renacer de la esfera cripto, gracias al cual Solana, Avalanche y otras altcoins han registrado nuevos rallies. Dicho esto, los inversores en criptomonedas recordarán sin duda los anteriores ciclos de altibajos, por lo que harían bien en no exponerse excesivamente, visto que no podemos descartar una importante corrección antes de que el año llegue a su fin. En el presente artículo abordaremos los factores positivos que potencialmente elevarían a BTC incluso por encima de sus niveles actuales; y también evaluaremos las posibles dificultades que podrían presentarse este año.
Todas son buenas noticias
Solo se requiere echar un vistazo superficial a los fundamentos de Bitcoin para entender el indetenible optimismo que vemos hoy en relación con la criptomoneda original. Uno de los principales acontecimientos para BTC en lo que va de año llegó por fuerza con la aprobación de 11 ETF al contado el pasado 10 de enero para algunos de los grandes proveedores. Más allá del interés generalizado que despertó y de la obvia especulación que semejante hito generó entre inversionistas y traders minoristas, también desató una ola de compras de BTC por parte de un gran número de instituciones. Y es que, anticipando la aprobación de los ETFs, en 2023 se registraron entradas de capital a BTC por USD 1.000 millones entre inversionistas institucionales, que llevaron la capitalización de Bitcoin a más de 1 billón de dólares.
Con la introducción de los ETFs, hasta los fondos de inversión más conservadores han decidido adoptar Bitcoin, elevando su prestigio como un instrumento confiable de inversión; y, en consecuencia, reduciendo su volatilidad. Si bien todos estos factores ya han sido descontados del precio, aún existe un impulsor de gran importancia que debería poder mantener la tendencia ascendente durante más tiempo: el inminente halving de Bitcoin, que se espera para abril de 2024 y en el que la altura de los bloques llegará a 840.000. Visto que esto supone la reducción de las recompensas para mineros en un 50 %, la historia nos lleva a pensar que los precios no harán sino incrementarse para compensar la disminución de las ganancias. Y aunque esto puede haber también quedado descontado en las recientes alzas del precio, los datos sobre los anteriores halvings (2012, 2017 y 2020) reflejan revalorizaciones significativas a seis meses, tras concretarse dicho halving.
Obviamente, se desconoce adónde puede llegar el precio; no obstante, Alex Adelman, CEO de Lolli, app de recompensas de Bitcoin, ha vaticinado que BTC podría alcanzar los USD 150.000 a finales de este año.
No te dejes llevar
Como todos sabemos, los inversionistas de criptomonedas no son precisamente ajenos a la volatilidad. Sin embargo, la nueva generación de inversionistas institucionales ha demostrado una mucho menor disposición ante las fluctuaciones marcadas en los precios (en cualquier dirección). Si tomamos en cuenta la enorme cantidad de capital institucional que ha ingresado a Bitcoin tanto en 2023 como a principios de 2024, existe un gran riesgo de que la toma de ganancias sacuda el mercado si los gerentes de fondos comienzan a sentir que el alza está generando una burbuja. Incluso las tradicionales ballenas de Bitcoin podrían decidir tomar ganancias si los precios crecen mucho más, como lo demostró la última corrección de 10 % del martes 05/03, fecha en la que se liquidaron derivados por valor de USD 84 millones (la mayor parte de ellos en posiciones en largo), en el transcurso de apenas cuatro horas, luego de que Bitcoin superó los USD 69.000.
Pese al hecho de que ya parte de estas pérdidas se han recuperado, este drástico movimiento debería advertir a los HODLers y nuevos potenciales participantes de que es probable que, con cada alza significativa, se producirá una enorme salida de capitales posteriormente. Otra señal potencial de una burbuja naciente ha sido la creciente atención mediática que el actual rally alcista ha generado; posiblemente, sean muchos los traders e inversionistas experimentados que temen estar ante el principio del fin del más reciente ciclo alcista de BTC, dada la cobertura que han dado medios de comunicación tradicionales como BBC News o el diario The Guardian a este nuevo máximo histórico. Sin embargo, es poco probable que se produzcan grandes caídas como la de 2022; pero las ganancias podrían secarse durante un lapso considerable.