Las criptomonedas vuelven a acaparar los titulares ahora que la actual carrera alcista parece haber tomado aún más impulso en las últimas semanas. Después de sobrepasar su nivel de resistencia clave de 65,000 dólares para crear un nuevo máximo absoluto hace algo más de una semana (el 5 de marzo), Bitcoin ha vuelto a experimentar un crecimiento aplastante por encima de la marca de 70,000 dólares y en el momento en que redactamos este artículo a 14 de marzo nos saluda desde los 72,000 dólares. Este repunte viene dándose no obstante desde hace mucho más de unas semanas, y es que BTC lleva desde noviembre de 2023 en una tendencia alcista, aun cuando los medios de comunicación solo se han apercibidido de su suerte durante la última carrera alcista. En esta ocasión han confluido varios e importantes factores fundamentales detrás del impulso de la pionera entre las criptomonedas y no se trata de mera especulación, entre los que destacan la aprobación de varios ETF de Bitcoin al contado y el inminente halving de esta divisa.
Sin embargo, y dada la venta en masa de activos digitales a la que se han acogido tanto ballenas como mineros en un contexto marcado por las continuas ganancias y la mayor cobertura mediática por parte de los medios tradicionales, algunos expertos en la esfera cripto empiezan a preguntarse si podría estar formándose una burbuja. ¿Hacia dónde se dirigen entonces tanto Bitcoin como la totalidad del mercado en lo que queda de 2024?
¿Cuáles serán los principales factores para el crecimiento?
Es cuestión de equilibrio
Si bien es cierto que hemos asistido a ventas en las altas esferas desde que Bitcoin conquistase nuevas cimas la semana pasada, mucho de esto encuentra su explicación por las máximas de los mercados establecidos, y no debería interpretarse por tanto como motivo de preocupación. En primer lugar, la liquidación por parte de HODLers a largo plazo que ocasionó toda una corrección del 10 % inmediatamente después de que la gran estrella se elevase hasta cotas nunca antes vistas puede deberse a la habitual extracción de beneficios, ya que es perfectamente razonable que un trader que compró a un precio promedio hipotético de 15,000 dólares decida extraer parte de las ganancias generadas cuando se alcanza un nuevo máximo. Tal y como hemos podido comprobar con el continuado crecimiento de BTC por encima de 70,000 dólares, se dio no poca demanda para contrarrestrar la reciente oferta.
Si bien los rumores apuntan que son las empresas de minado las que están vendiendo grandes cantidades de BTC, el CEO de CryptoQuant Ki Young Ju no tardó en señalar que muchas de estas "son probablemente firmas de minado situadas en el extranjero o ya antiguas", y no ya con sede en Estados Unidos. Valga nuevamente repetir que esto no supone que esperen se produzca una caída, y es mucho más probable que estén sirviéndose de este procedimiento para hacerse con equipo de minado más avanzado antes de que se dé el esperado halving. Sin embargo, y como ocurre con cualquier otro mercado, todo se debe a la oferta y la demanda. Recordemos que han sido muchos los inversores minoristas y ETF que se han apresurado a hacerse con las monedas entrantes, y Ju llegó incluso a afirmar que "el mercado alcista se prolongará a menos que se reduzcan las entradas de capital procedentes de ETF".
Seamos positivos
Es comprensible que algunos esperen que se produzca un derrumbe si tenemos en cuenta el desmesurado optimismo y también el hecho constatado de lo que ha sucedido con anteriores mercados alcistas de Bitcoin. Debemos no empero analizar detenidamente cada situación a partir de las circunstancias concretas. Como ya hemos dejado entrever, esta vez las cosas son un tanto distintas: hay mucho más capital institucional en juego (más de 1,000 millones de dólares en entradas de capital en 2023), y esta tendencia no hace sino crecer a medida que el interés por los nuevos ETF de Bitcoin al contado aumenta.
No deberíamos subestimar el efecto de estos productos, y es que no solo están atrayendo a inversores antes reticentes gracias a su accesibilidad, sino que están además adentrándose en las carteras de fondos de pensiones e inversión tradicionales. Esto servirá para, además de mejorar la credibilidad de Bitcoin, reducir la volatilidad, dado que los inversores suelen tener sus miras puestas a largo plazo. No podemos tampoco olvidar el próximo halving de Bitcoin esperado a lo largo del mes que viene, cuando la altura del bloque llegará a ser de 840,000. Si algo nos dice la trayectoria seguida tras las anteriores reducciones a la mitad (en 2012, 2017 y 2020), podemos esperar marcadas revalorizaciones en los seis meses después del acontecimiento histórico.
Incluso si estos factores han ya afectado en cierto modo la cotización de Bitcoin, sería una gran sorpresa que no se produjesen ganancias y es que, después de todo, las empresas de minado que están haciéndose con equipos nuevos deben haber realizado proyecciones que les llevaron a estar seguros de que recuperarían su inversión. De hecho, la conocida alcista de Bitcoin Cathie Wood de Ark Invest se ha atrevido incluso a revelar la fecha objetivo en que prevé que BTC alcance 1 millón de dólares.