Bolivia colocó bonos soberanos el 13 de marzo, por 1.000 millones de dólares, a 10 años plazo y con un interés del 4,5 %.
Los bonos emitidos por Bolivia fueron adquiridos por 177 inversionistas internacionales: 56 % fueron colocados en América del Norte, 39 % en Europa y un 5 % entre naciones de Latinoamérica.
Los encargados de la operación fueron las entidades financieras Bank of America (NYSE:BAC) Merrill Lynch y JP Morgan (NYSE:JPM).
En octubre de 2012 Bolivia hizo la primera colocación de bonos por un valor de 500 millones de dólares, a una tasa de 4,875%, mientras que en agosto de 2013 consiguió la misma suma, a una tasa de 5.95%.
Las agencias calificadoras Moody's (NYSE:MCO) y Standard And Poors han colocado nota de Ba3 y BB, respectivamente, a Bolivia en sus más recientes informes. Sin embargo, la tasa de interés de 4,5% es inferior a la de operaciones similares de países vecinos -Ecuador (9,5%), Argentina (6,8%), Honduras (6,2%), Brasil (6%), República Dominicana (5,95%) y Paraguay (5%)-, acercándose a la de países con calificación de riesgo de “grado de inversión”.
El rendimiento de esta tercera emisión de bonos soberanos confirma la inserción de Bolivia en el mundo financiero internacional, así como la confianza depositada por los inversores en la estabilidad de la economía boliviana. Al mismo tiempo, contrasta otra vez con la tendencia socialista del gobierno boliviano, con una crítica constante al capitalismo financiero.
A noviembre de 2016 Bolivia registraba una deuda externa de USD 6.884 millones, representando actualmente el 22% del Producto Interno Bruto (PIB). Continúa siendo un nivel porcentual de endeudamiento aceptable; sin embargo, se cuestiona el incremento de la deuda del país en un periodo de tiempo corto, ya que en el futuro no existirían condiciones para que se aumenten los impuestos para recaudar ingresos, dado que la presión tributaria es elevada en Bolivia.
Nuevamente, el gran desafío que tiene Bolivia es el de no incurrir en errores del pasado, y fiscalizar el destino de los fondos de esta emisión de bonos, la inversión en infraestructura hospitalaria, respaldando la confianza de los inversores internacionales y la buena percepción de su economía.