Durante el mes de noviembre, los mercados financieros locales estarán muy dependientes de noticias sobre la negociación comercial entre EUA y China, así como del proceso de ratificación del nuevo acuerdo entre EUA, México y Canadá (T-MEC).
Existen elementos para suponer que en el onceavo mes del año se logren avances significativos en estos dos procesos. Las últimas noticias han propiciado este aumento en el optimismo entre los inversionistas.
Conflicto comercial entre EUA y China
Hace unas semanas, las dos mayores potencias económicas del mundo anunciaron una tregua comercial con un acuerdo parcial. Lo denominaron Fase 1 hacia un acuerdo de mayor envergadura que pondría fin a la guerra comercial.
Como ha sucedido durante estos casi 18 meses de negociación bilateral, en los últimos días las noticias de avances/retrocesos han sido contradictorias. Primero, el anuncio de Chile de la cancelación de la reunión de APEC (a mediados de noviembre), sede que originalmente estaba programada para ser aprovechada por Trump y su homólogo chino para firmar la denominada fase 1, generó algo de incertidumbre sobre el lugar donde podría ocurrir esta firma. En segundo, las autoridades chinas pusieron en tela de juicio la posibilidad de llegar a un acuerdo a largo plazo por la desconfianza que genera el presidente Trump y el hecho de
que siguen sin estar dispuestos a ceder en los asuntos más comprometidos. En tercero y más reciente, el Secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross regresó el optimismo al mercado al comentar que Washington espera rubricar este acuerdo parcial este mes, y que como gesto de buena voluntad EUA concederá en breve más licencias para que empresas estadounidenses trabajen con Huawei.
De concretarse esta firma, la reacción de los mercados financieros sería positiva, en particular el peso mexicano. Para el inversionista, este logro de los dos países incrementa la probabilidad de que encuentren una solución consensuada y mutuamente satisfactoria para que ponga fin a la guerra comercial, lo que de facto mejoraría las perspectivas económicas de todo el mundo.
Sin embargo, conviene recordar que esa fase 1 está todavía muy lejos de resolver el conflicto comercial bilateral. Lo ideal es que este acuerdo parcial establezca las bases para un acuerdo más amplio. Básicamente, como ha sucedido en otras ocasiones, en esta etapa China aumentará las adquisiciones de productos agrícolas estadounidenses y EUA se compromete a no subir aranceles en el corto plazo (sin eliminar los actuales en vigor).
Aunque ahora impera el optimismo, no se puede descartar que las tensiones comerciales vuelvan a escalar. En este sentido, EUA tiene programado aumentar aranceles a productos chinos este próximo 15 de diciembre.