Las elecciones presidenciales en Brasil se llevaron a cabo el domingo, dejando como resultado el pase a segunda vuelta al candidato Jair Bolsonaro (derecha-populista) y Fernando Haddad (izquierda-populista).
Bolsonaro obtuvo el 46,0% de los votos, mientras que Haddad, el 29,3%. Si bien ambos candidatos alcanzaron resultados mayores a lo que las encuestas mostraban, Bolsonaro tuvo una diferencia ligeramente superior. Ante eso, el mercado comenzó a descontar un eventual triunfo de este candidato al registrarse en la Bolsa Nacional de Valores de Brasil, Índice Bovespa (Ibovespa), una ganancia de 3,74%. Además, en las últimas elecciones presidenciales (1989, 2002, 2006, 2010 y 2014) el candidato que avanza con amplia diferencia a la segunda ronda tiende a ganar las elecciones.
Desde la perspectiva económica, la plena confianza del mercado está condicionada a la postura reformista que pueda adoptar el Gobierno. La necesidad de mejoras en competitividad en Brasil y la pronta reforma fiscal son parte de la agenda económica que el mercado sigue esperando. Los dos candidatos no discutieron esos temas durante la campaña, al centrarse en posiciones populares.
Hacia adelante, prevemos un enfriamiento en la recuperación de Brasil producto de las huelgas de transportistas en mayo y el ciclo electoral, por lo que reducimos la proyección de crecimiento de 1,6% a 1,5% en 2018, y para luego crecer 2,0% en 2019. Ese crecimiento estará explicando principalmente por la recuperación en la confianza de los consumidores y los negocios que deberían estimular el consumo y la inversión privada a medida que se aclare la agenda económica del futuro presidente de Brasil.
Además, el Banco Central de Brasil mantendrá su política muy atenta al desempeño del real brasileño (BRL/USD), por lo que bajo un escenario de Bolsonaro que se torne más reformista le restaría riesgos a la depreciación de la moneda y por ende suavizaría las decisiones de la autoridad monetaria.